En el partido más atractivo de la 8ª fecha, Racing, que llevaba dos goles de ventaja, terminó empatando 2-2 con Boca en Avellaneda. Lisandro López en dos oportunidades, uno en cada etapa, marcó para la Academia; en tanto Ramón Abila y el colombiano Sebastián Villa sentenciaron la igualdad. Pese al resultado, el equipo de Avellaneda –que al final jugó con uno menos por expulsión de Matías Zaracho– aún se mantiene líder e invicto de la Superliga, mientras el xeneize, en una gran remontada que al final casi cristaliza con un triunfo, continúa a seis unidades. 

La Academia venía de lograr con Argentinos en La Paternal su sexta victoria al hilo sin recibir goles. Por su parte, el elenco de la Ribera llegaba entonado a Avellaneda luego de dejar en el camino a Cruzeiro para avanzar a las semifinales de la Libertadores, al tiempo que se mantenía expectante en el torneo doméstico tras vencer 3-1 a Colón como local.

Empujado por su gente que desbordaba el Cilindro, Racing salió a buscar la ventaja para defender su liderazgo. Y la logró rápido tras un desborde por derecha de Solari, cuyo centro fue capturado a la carrera por Pol Fernández –un ex Boca– que remató al arco y, tras un rebote que dejó a dos atacantes de Racing en posición dudosa, Lisandro López venció a Rossi para desatar el delirio en toda la parcialidad blanquiceleste.

Boca sintió el golpe. El mediocampo que plantó Guillermo sumaba experiencia con la vuelta del capitán Gago, más los juveniles Chicco y Almendra. Pero evidentemente no alcanzaba para frenar el aceitado rendimiento de los volantes Zaracho, Solari, Díaz y Fernández. Para colmo, el arquero xeneize, que arrastra dudas desde la trabajosa clasificación copera en Brasil, salió a descolgar mal un centro y comprometió seriamente su valla. Poco después, Solari desairó a Mas y habilitó a Cristaldo, que remató a colocar, pero la pelota dio en Goltz. La Academia no aumentaba la cuenta de milagro, en tanto Boca no podía prosperar en ataque y sólo generó peligro al final con un sablazo de Gago que atajó Arias y coronó una buena jugada colectiva de la visita.

De vuelta de los vestuarios, Boca salió un poco más decidido en procura del empate. Pavón habilitó de taco a Peruzzi, éste cayó afuera del área atorado por el chileno Mena y en ese y los siguientes tiros libres, Gago se puso el traje de lanzador para meter zozobra en el área local. De hecho, Abila tuvo la chance de empatarlo, pero su remate salió al lado del palo.

En tanto, la Academia pareció bajar la intensidad. Hasta que una contra letal comandada por Zaracho dejó solo a López y el goleador (ya suma seis, como Gigliotti en Independiente) definió con clase junto al palo. Y si le faltaba algo al partido, esa pimienta la agregó el ingreso de Centurión, al que sus ex compañeros se ocuparon de “atender”. Hasta que Abila metió el descuento y, sumado a la expulsión de Zaracho, ponía aún más aderezo al encuentro. Diez contra once, el partido se enrareció, Coudet vio la roja y entonces el ingresado Villa terminó por cocinar una igualdad a priori impensada, pero en definitiva merecida.