“Vengo a pelear un puesto, nadie viene a ser titular a ningún equipo. Verá el cuerpo técnico quién juega. Esto es un premio al esfuerzo y al trabajo, no llego aquí de casualidad”, dijo el arquero boliviano Carlos Lampe, flamante refuerzo de Boca, que se entrenó por primera vez bajo las órdenes de Guillermo Barros Schelotto. El guardameta de 31 años llegó a préstamo del Huachipato de Chile hasta fin de año y con una opción de compra de un millón y medio de dólares. Por su parte, Agustín Rossi, el 1 titular, habló de la competencia bajo los tres palos, de sus errores en el juego aéreo, del apoyo de la Bombonera y de la ansiada Copa Libertadores. 

“Rossi va a ser mi compañero, nos apoyaremos  y competiremos”, dijo Lampe, que llegó a Boca por la lesión de Esteban Andrada y se paró con personalidad a hablar de su nuevo club. “Voy a dejarlo todo, a tratar de ganarme un puesto desde el día número uno. Vengo con muchas ganas de entregar lo de siempre y duplicar lo que vengo haciendo”, afirmó el arquero boliviano, que estaba en la nómina de los citados en su selección para jugar ante Myanmar e Irán, pero para no perder días de práctica consiguió no viajar a la gira y ya pudo trabajar con su nuevo equipo. 

“Esto es un sueño, tengo mucha felicidad porque llegar a Boca no es fácil y más a nosotros, los bolivianos, que nos cuesta el doble llegar  al fútbol competitivo. Vengo con la ilusión de  quedarme, pero tengo que ganármelo”, concluyó Lampe.

A su turno, el cuestionado Rossi habló en Fox Sports de varios temas, entre ellos de su colega de River, Franco Armani: “Tuvo un gran momento y fue al Mundial. Hoy se amplifica su determinación en partidos donde River no ganó o ganó por un gol. Y cuando a mí me tocó tapar alguna pelota, no se habló”.

Sobre sus compañeros de puesto en Boca, señaló: “No fue la mejor manera de volver  por la lesión de Andrada, pero siempre lo apoyé y él hace lo mismo conmigo. Y a Lampe le dimos la bienvenida, le explicamos lo que es el club y tiramos todos para adelante”. Rossi también se refirió a errores recurrentes: “Por la falta de competencia y por haber perdido el puesto, el tiempo en las pelotas aéreas lo veo diferente. Tengo que seguir teniendo confianza. Pasé por todo y no tengo que demostrar nada”. Y concluyó: “Jugar con el apoyo de la gente es único. Ahora cada partido de Copa es una final. Estamos bien. ¿La final? Con cualquiera, pero primero pasemos las semis”.