“Son casi todas nuevas”, dice Sandra Corizzo de sus canciones. Y que el título y eje temático, Todas las canciones del mundo, “viene a cuento a partir de una mirada de mi infancia, sobre el piano como objeto de deseo. Lo veía con todas esas teclitas, una al ladito de otra, y yo sin poder tocarlo, porque era el piano de la escuela o el de una amiga. Yo pensaba que ahí estaban todas las canciones del mundo”, agrega la cantante a Rosario/12.

Esta noche a las 21, la cantautora presentará en el Complejo Cultural Atlas (Mitre 645) un show que es también una propuesta con la que propone redimensionarse. “Del 2014 para acá no me presento sola, y algunas de estas canciones las fui testeando en los teloneos que he ido haciendo. Esos fueron los lugares donde estas canciones estuvieron viendo la luz del sol”. Durante estos cuatro años, de todos modos, no le ha faltado actividad a Sandra Corizzo. Por un lado, sobresale el espectáculo que desde hace tres años presenta junto a Reynaldo Sietecase: El amor muerde. Destaca también Ritual de voces, una performance de investigación y experimentación realizada junto a la dirección de Ricardo Arias. Una experiencia que, dice, le abrió una veta vinculada al ritual, rasgo que se revelaría fundamental para Todas las canciones del mundo. Además, Corizzo será telonera de Silvio Rodríguez el 21 de este mes, y acompañará la presentación del nuevo libro de Claudia Piñeiro el día 25, en el CCK de Buenos Aires.

“Me venía sintiendo muy incómoda con el lugar social que el músico tiene hoy, cómo lo tiene el músico independiente, el que juega en primera, en la B o en la C. No reniego de ver a la música como un producto, pero capaz que se puede cuestionar. ¿Tiene que ser así? Estuve leyendo unos cuantos libros que cayeron en mis manos, haciendo preguntas al aire, y por ahí caen las respuestas y uno no sabe desde dónde. Estos libros, dedicados a la etnomusicología, me abrieron otras preguntas, como si fuera un acercamiento a esa idea que todavía no está del todo clara o explícita, acerca de cuál es el lugar del músico en este contexto, en este momento, en esta sociedad”, explica Corizzo.

Con Todas las canciones del mundo –show que la verá acompañada de las voces de Mercedes Borrell y Dani Lésté- la cantante abre una veta fuertemente ligada al folklore latinoamericano. Y la moviliza algo esencial: “estamos hablando de la conexión natural con la música. Si mañana se cae el sistema y no podés enchufar más una guitarra, conectar una computadora ni grabar nada, ¿vamos a dejar de hacer música? Eso no va a pasar, porque la música es naturaleza. Como estoy hablando de la conexión con la tierra, desde lo natural, es por eso que voy al folklore latinoamericano desde hace un tiempo. Pero no se trata de mí haciendo esa música, sino que es esa música la que está viva, en esa negrura, en ese indio, en ese bárbaro, porque así lo eran para los europeos. En ese rasgo de tierra, de conexión, aparecen estas pulsiones más naturales”.

--Te encontrás con la tierra de uno a través de la música de uno.

--Uno de los temas que grabé y difundí para esta nueva tanda es Nueva zamba para mi tierra, y después salió una canción que le hice a Rosario. Es una búsqueda más profunda en la que inicialmente no sabía en qué me estaba metiendo. Pensaba que tenía que meterme con ciertos estilos musicales, pero la verdad es que soy una chica de ciudad a la cual le gusta toda la música, todas las canciones del mundo. El tema es dejarlas venir.

Corizzo es contundente cuando comenta que “muchos no se dan cuenta de que ya no hay CD’s pero siguen grabándolos. Lo mío no se trata de un nuevo CD. Hace cuatro años empecé a trabajar en este proyecto de canciones vinculadas a la música latinoamericana, pero yo no sabía qué iba a pasar después, así como que el CD prácticamente iba a dejar de existir. Cuando pasa el tiempo me doy cuenta de que el impulso suele tener razón y de que siempre me enseña algo que no sabía. No sé si algún día sacaré el disco con estas canciones, pero si lo saco ya no será un disco físico. Acabo de participar de un disco con Luis Pescetti (Queridos) que está nominado al Grammy, ese disco no es físico pero Pescetti está nominado. Quizás los jóvenes lo puedan vivenciar de un modo más natural, yo soy más lenta, pero sí percibo que hay un movimiento y trato de no seguir dándome contra la pared de un modo necio, porque si bien alguna que otra puerta se puede abrir, lo que seguro va a suceder es que me duela la cabeza. Son las cosas que estuve mascullando en mi interior desde hace cuatro años, en los cuales también cuestioné muchas cosas del escenario y del negocio de la música. Quiero subirme al escenario desde otro lugar, veremos si puedo. Son cuestiones que tienen que ver con una característica más ligada al ello que al ego: ello en este caso es una ella (risas)”.