El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, se reunió ayer con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en el aeropuerto de Ankara, la capital turca. El responsable de las relaciones exteriores de Washington  ofreció ayuda a Turquía para esclarecer el caso. En el encuentro, que duró media hora, participaron también el ministro de exteriores turco Mevlüt Cavusoglu, el portavoz de Erdogan, Ibrahim Kalin, y el jefe del servicio secreto turco Hakan Fidan. Tras este encuentro, Pompeo se entrevistó a solas con Cavusoglu.  Antes de viajar a Ankara, Pompeo se había reunido en Arabia Saudita con la cúpula de la monarquía. Según el secretario de Estado, los sauditas le habían prometido una investigación en profundidad, completa y transparente del caso. El rey Salman de Arabia Saudita, el príncipe heredero Mohamed bin Salman y el ministro de Exteriores le aseguraron además que la investigación sería rápida y que presentarían los resultados a todo el mundo. “No conozco el calendario exacto, pero dejaron claro que han comprendido la importancia de que sea rápido”, dijo Pompeo. El funcionario rechazó, sin embargo, las preguntas sobre la credibilidad de los saudítas en el caso. En opinión de Pompeo es razonable dar una oportunidad al Gobierno saudita en este asunto. “Después todos juzgaremos, y evaluaremos el trabajo que hacen”, afirmó. “Espero a que la investigación haya terminado. Me han prometido que lo harán y cuento con eso”, destacó Pompeo.