Canadá se convirtió en el primer país industrializado y el segundo del mundo, tras Uruguay, en legalizar el consumo recreativo del cannabis, que es comercializado con un precio medio de 6,7 dólares estadounidenses por gramo. Decenas de tiendas en todo el país, reguladas por las autoridades sanitarias canadienses, comenzaron a vender de forma legal marihuana a los mayores de 18 o 19 años de edad, dependiendo de la provincia. Según una encuesta realizada por la firma Abacus Data, el 70 por ciento de los canadienses apoya la legalización. La agencia pública de encuestas de Canadá publicó un informe a principios de este año donde se indica que 4,9 millones de personas consumieron al menos 20 gramos de cannabis en 2017. Y lo hicieron por 5600 millones de dólares canadienses (unos 3700 millones de euros). Solo un 10 por ciento correspondió a marihuana terapéutica, legal en Canadá desde 2001.