La convocatoria era por el comienzo de un nuevo ciclo de obras de la sala que ya lleva quince años en el barrio, pero terminó convirtiéndose en otro gesto de resistencia del mundo de la cultura en tiempos de vaciamiento estatal. El sábado, la sala Silencio de Negras convocó a La Monse Fest, una fiesta callejera en la sede de Pte. Luis Sáenz Peña 663 pensada también como gesto de integración con los vecinos, a quienes invitaron a sacar su “Pasaporte Cultural” para los talleres teatrales gratuitos y las funciones igualmente abiertas que se realizarán durante el mes de noviembre.

Así, desde temprano en la tarde el espacio cultural ofreció actividades diversas para chicos, preludio de lo que sucedería a la noche en un tablado que cruzaba el asfalto: Gente de América, La Lucio Alberto, Lucy Patané, Paula Maffía y Acorazado Potemkin se encargaron de ponerle música al encuentro y reafirmar desde los micrófonos la necesidad de seguir activando y generando cultura, en momentos de degradación del Ministerio y desfinanciamiento de infinidad de programas que facilitaban el acceso de los ciudadanos. En ese sentido, una de las trabajadoras de Silencio de Negras leyó el manifiesto “¿Qué hay para ver?”: “No seamos espectadores de este desguace. Pongamos en escena los temas que nos tienen en jaque como artistas, como trabajadores y como salas. Prendamos los reflectores para que no se apague la cultura. Estamos en emergencia cultural”, dijo en medio del aplauso cerrado de una calle llena.

Dado el clima del encuentro, no extrañó que entre los shows se le dedicara al Presidente el que a esta altura es el hit de todas las estaciones. Maffía y Patané volvieron a demostrar por qué son dos de las muchas artistas de la escena independiente a las que hay que seguir y difundir: tienen enormes canciones, voces bellísimas y una performance arrrasadora. Potemkin, por su parte, no necesitó más que una rápida prueba en vivo y un arranque en falso por un corte de sonido (“¡Como Nick Cave!”, se rió el cantante Juan Pablo Fernández) para encender los motores y ponerle potencia arrasadora al reclamo cultural... y político. “Santo Tomé” y “El pan del facho” hicieron hervir la sangre de los presentes. Y cuando subió Maffía para hacer junto a ellos “Las Piedras”, el tema ya no tuvo solo la dedicatoria original a Mariano Ferreyra sino también una para Santiago Maldonado “y todos los asesinados que siguen cayendo en Argentina hoy”.