Después de bandas, canciones, discos, fotos, artículos periodísticos, ensayos académicos o bibliográficos, películas, gorros, banderas y vinchas, al heavy argentino le llegó el turno de la ficción literaria con La mano maldita, flamante obra publicada por la editorial del palo Clara Better. “El metal ha saltado las barreras del mero género musical para convertirse en toda una cultura”, apunta con pasión y rigor Gito Minore, editor y prologuista de un libro nacido al calor de las ferias del libro heavy, y que justamente será presentado en la próxima, este sábado en la casa cultural El Quetzal (Guatemala 4516).

Plumas de Argentina y el resto del continente dan vida a un realismo entre mágico, existencialista y penumbroso que se enhebra en la decena de cuentos de La mano maldita. “Buscamos escritores que ya habían trabajado con nosotros en ferias anteriores, a los que les sumamos autores de afuera como por ejemplo el mexicano Daniel Salinas Basave, a quien conocimos en la Feria del Libro de la Rural, donde hacemos una pequeña réplica de nuestro evento en el stand de Zona Futura y él había venido porque ganó el premio de la Fundación El Libro”, explica María Inés Martínez, alma máter de Clara Better.

En la lista aparecen José María Marcos (director del sello Muerde Muertos), el investigador Emiliano Scaricaciottoli, Gustavo Zavala (líder y letrista de Tren Loco y autor de otros libros), el cantante y profesor universitario portorriqueño Juan Solá Sloan, el periodista cultural ecuatoriano Alexis Cuzme y el salvadoreño Mauricio Vallejo Márquez, cuyos libros fueron traducidos al rumano, al japonés y al persa. “El único criterio de selección es que se tratara de gente metida en la movida heavy”, amplía María Inés, compañera de Gito (quien también aporta un texto) en estas aventuras de edición y divulgación de contenidos de la cultura metálica más allá de la música.

“Me preguntaron si tenía algo que cruzara la literatura con el metal y justamente terminé una novela de zombis que aún no se publicó, entonces me pareció que podía retocar una parte y transformala en un cuento”, dice Juan Ignacio Pisano, profesor de Filosofía y Letras de la UBA, estudioso de la poesía gauchesca, miembro del Grupo de Investigación Interdisciplinario sobre el Heavy Metal Argentino y aportante a este libro del cuento Zombi. “Me parece genial que haya historias vinculadas al metal que se cuenten como ficción porque justamente el metal hegemónico argentino, el de matriz ioriana, tiene una pulsión veridiccional muy fuerte que divide las aguas entre la verdad y la falsedad, que repercute en la dicotomía clásico de falso y verdadero metal.”

Hablando de Iorio, su omnipresente influencia y ciertos vicios difíciles de rebatir, el escritor Kike Ferrari encontró desde la ficción un recurso interesante para efectuar algunos ajustes de origen: en su cuento Fuerza demencial propone un viaje al pasado hacia el último show de V8 en el local Taiwán, de San Telmo, para modificar algunos episodios de la historia posterior. “Acababa de terminar una novela en la que había una máquina del tiempo y me pareció que, ya que la tenía, podría usarla”, explica el autor, que labura en el subterráneo de Buenos Aires y es premiado en todo el planeta. “Los metaleros no lo somos sólo mientras escuchamos Motörhead. Se trata de una identidad que cruza toda nuestra vida y, como tal, tiene distintas expresiones. Está buenísimo que la ficción entre de lleno a jugar en esa poética colectiva de libertad y fraternidad que es el Metal.”