La presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Margarette May Macaulay, se mostró preocupada con el futuro de los derechos humanos en Brasil. “El futuro Gobierno debe respetar los derechos humanos de todos los brasileños, los de cada uno de ellos”, aseguró Macaulay durante una rueda de prensa con la que la CIDH finalizó su visita a Brasil en la que evaluó la situación del país en materia de derechos humanos. Aunque ningún miembro de la Comisión se refirió con nombre propio a Bolsonaro, la CIDH se mostró preocupada con temas que el ultraderechista ha citado desde su campaña. Para la Comisión, que desde hacía 23 años no visitaba Brasil, la situación de los derechos humanos en el país es crítica porque no ha logrado resolver la discriminación racial y social. De acuerdo con el informe de la CIDH, los pobres y los afrodescendientes siguen siendo las principales víctimas de las violaciones a los derechos humanos, en tanto que los asesinatos extrajudiciales cometidos por policías y agentes del Estado quedan impunes y sin respuesta. “Esperamos que las investigaciones y que los jueces hagan su papel para que esa realidad sea transformada”, señaló Macaulay.