Mientras un gran número de ciudades candidatas para organizar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026 se bajan por considerarlo un excesivo gasto para sus economías, la posible propuesta argentina conjunta de Ushuaia-Buenos Aires incrementa sus acciones. Es que ayer, los habitantes de la ciudad canadiense de Calgary, una de las principales postulantes para celebrar el certamen, votaron por el rechazo (56,4 por ciento) a la organización del mismo en un referéndum no vinculante. Así las cosas, la única candidatura aprobada previamente por el Comité Olímpico Internacional (COI) es la italiana de Milán-Cortina d’Ampezzo, la cual también padece de problemas financieros y obligaría al organismo a llamar a una nueva convocatoria para encontrar nuevas opciones. Ahí entraría a jugar Ushuaia-Buenos Aires.

La lista de sedes fallidas para hospedar los JJ.OO. de 2026 es amplia. La última ciudad en bajarse –Calgary todavía no oficializó su decisión– fue Estocolmo (Suecia), donde el ayuntamiento local votó en contra de su realización. Previamente, lo habían hecho Erzurum (Turquía) –su candidatura fue desechada por el COI mismo–, Graz (Austria) –por cuestiones políticas–, Sapporo (Japón) –por la catástrofe causada por un terremoto en septiembre último– y Sion (Suiza) –también rechazada por un referéndum local, donde el “no” sacó el 64 por ciento–.

Al igual que la de argentina, una propuesta que podría surgir es la de Pirineus-Barcelona. Sin embargo, España recibió recientemente una sanción por parte del COI por no reconocer a Kosovo en competencias deportivas realizadas en su país. Mientras tanto, crece el sueño invernal argentino.