Marcelo Fabián Aibar era conscripto y la mañana del 23 de enero de 1989 se encontraba en la Guardia de Prevención del Regimiento de Infantería Mecanizado 3. Le tocaba barrer pero como se le había roto la escoba apenas se levantó fue al baño, y allí encontró a Iván Ruiz y José Díaz, militantes del Movimiento todos por la Patria (MTP) en el copamiento de la Tablada, quienes poco después saldrían desarmados y serían desaparecidos. Su testimonio se sumó a otros de colimbas o desertores que ya declararon en estos dos días del juicio por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la recuperación de ese cuartel, al final del gobierno de Raúl Alfonsín. “Con lo que va del juicio quedó demostrado que Iván y José salen con vida de la guardia, son separados por personal militar y llevados rendidos y desarmados al fondo del cuartel”, dijo a la salida de la audiencia –en diálogo con PáginaI12– Irene Provenzano, hija de Francisco Provenzano, otro de los cuatro desaparecidos. “Fueron torturados, fusilados y desaparecidos, los mismos mecanismos ejercidos en la dictadura”, agregó.

Pablo Llonto, abogado de la querella, evaluó que “hubo testimonios importantes de conscriptos que ratificaron, sobre todo con la señalización de fotos y videos, el momento en que los dos compañeros salen y se los llevan apuntándolos. Hubo un testigo que dijo que se los llevan para el lado de la tosquera. Paso a paso se van probando los hechos, que es el momento en que se rinden, son capturados vivos y en actitud clara de rendición”. En esta segunda audiencia declararon otros dos conscriptos: Alejandro Gentile, que se identificó como quien dio el aviso “el de atrás es de ellos” cuando salieron de la guardia de prevención, y Pablo Perrota, además del cabo Rubén Sosa y el periodista Pablo Waisberg. La querella consideró que fue una jornada fundamental en el camino de probar la primera parte de los hechos: Iván Ruiz y José Díaz se rinden, son llevados a punta de pistola para otro lado. La segunda parte apuntará a echar luz sobre el asesinato y desaparición posterior de José Díaz. Llonto destacó el testimonio de Waisberg, coautor del libro La Tablada. A vencer o morir. La última batalla de la guerrilla argentina, incorporado al expediente como prueba de este juicio. “Confirma que hubo papeles que el Ejército no hizo, registros que no hizo, información que nunca preparó y un registro de detenidos que fue modificado, borrado o tachado”, aseguró el abogado.

Aibar relató que apenas llegó al baño se inició el tiroteo sobre la guardia de prevención. La estrategia de quienes estaban adentro fue irse al fondo, donde estaban los calabozos, y pasarse de uno en otro para protegerse de la interminable balacera. Según consta en el blog el Diario del Juicio, el relato por momentos se volvió desesperante. El Ejército con sus tanques a cargo de la recuperación del cuartel nunca dejó de tirar, hasta que el techo de la guardia se empezó a incendiar. La idea de “exterminio” a la que refería Roberto “el Gato” Felicetti el primer día regresó. 

En este juicio hay mucho registro fotográfico de los últimos momentos de las víctimas con vida, de modo que los testigos pueden reconocer a José Díaz e Iván Ruiz en esas fotos y filmaciones, que prueban que los militantes del MTP fueron capturados con vida, en clara actitud de rendición, llevados hacia otro lugar a punta de pistola, ejecutados y desaparecidos. En las fotos de Eduardo Longoni, incorporadas como prueba del juicio, Aibar pudo reconocer a Iván y a José. También advirtió con certeza el momento en que fueron separados luego de salir por la ventana, e identificó a Naselli, el teniente señalado como el que se acercó a ayudarlos cuando advirtió que quienes agitaban un trapo blanco desde la ventana eran soldados y desertores. Aibar se reconoció en las filmaciones y fotos y dejó en claro la secuencia: José e Iván salieron con los soldados y los desertores por la ventana de la guardia; que ellos, el grupo de soldados y desertores, le indicaron a Naselli quiénes eran atacantes; que se conformaron entonces dos grupos: el de soldados y desertores, que caminaron hacia Camino de Cintura; y el de José Díaz e Iván Ruiz, que fueron llevados a punta de pistola hacia otro lugar por un suboficial. La próxima audiencia será hoy desde las 9, en el TOF 4 de San Martín.