La Justicia confirmó que la niña encontrada en la localidad bonaerense de Ayacucho no es Sofía Herrera, la pequeña desaparecida en Tierra del Fuego en 2008, cuando tenía tres años y fue a pasar un día de campo con sus padres. Así surge de los peritajes sobre huellas palmares realizadas a la adolescente bonaerense que se compararon con las muestras de Sofía existentes en la causa que se tramita en la ciudad fueguina de Río Grande.

El posible hallazgo de Sofía Herrera en Buenos Aires surgió a partir de una denuncia investigada por la División Delitos Complejos de la Policía de Tierra del Fuego que dio lugar a que el juez de instrucción Daniel Cesari Hernández, a cargo de la búsqueda de la menor, ordenara el allanamiento de dos domicilios en la ciudad de Ayacucho.

La medida cumplida por exhorto con la intervención de la jueza de Garantías de Dolores, Laura Elías, permitió registrar la casa donde habitaba una niña de parecido físico con Sofía, integrante de una familia de la comunidad gitana, cuyos padres no tenían los documentos en regla para acreditar el vínculo parental. Según precisó Cesari Hernández, la chica fue trasladada al hospital de Ayacucho y puesta “a resguardo” de las autoridades mientras se practicaban los peritajes, que dieron “resultado negativo”.

La madre de Sofía Herrera, María Elena Delgado, había adelantado horas antes que la chica de Ayacucho “no era su hija” porque había visto fotografías y porque el mismo caso “había sido investigado con anterioridad y había sido descartado de plano”, señaló. La mujer se mostró sorprendida porque “volvieran sobre algo que ya había sido revisado” y admitió que durante este año se cotejaron más de 25 imágenes de menores de rasgos parecidos a los de su hija. El abogado Francisco Ibarra, patrocinante de la familia Herrera y presente en el operativo, no ocultó su molestia por el trato al que fue sometida la niña de Ayacucho. Dijo que la menor fue “filmada contra su voluntad por funcionarios del Ministerio de Seguridad, mientras le realizaban las pericias” y “durante el allanamiento”.

El 28 de septiembre de 2008, María Elena Delgado, su marido y Sofía fueron a un camping a 58 kilómetros de Río Grande, camino a Ushuaia, junto con un matrimonio amigo, con tres hijos. A los pocos minutos de llegados al camping, los niños salieron corriendo a buscar un lugar para hacer asado y al regresar Sofía ya no estaba entre el grupo. Desde ese momento nada más se supo de ella.