Frente al proyecto de ley de la ultraderecha brasileña llamado Escuela sin Partido, según el cual los maestros no deben abordar temas referidos a la educación sexual y a la discusión política en las aulas, una encuesta publicada por Datafolha revela que la mayoría de los brasileños está a favor de tratar ambos temas en las escuelas. Donde mayor acuerdo hay es en el tema de “asuntos políticos”. De las 2.077 personas encuestadas en 130 municipios, el 71 por ciento apoya la discusión política en las aulas, mientras que el 28 por ciento está en contra. El respaldo a este tema es el más amplio dentro de todo el espectro, ya sea que se analice por grupo etario, grado de escolaridad, ingresos, sexo o religión. No obstante, sí se ve una mayor aprobación a este tema según crece la escolaridad. Entre aquellos que tienen educación superior, el 83% estuvo de acuerdo. En cuanto al tema de educación sexual, el 54 por ciento de los entrevistados se manifiestan a favor, mientras que quienes están en contra suman 44 puntos. Si se discrimina por escolaridad, entre aquellos que tienen educación superior el porcentaje llega al 63 por ciento de acuerdo, mientras que los que alcanzaron solamente la educación primaria solo acuerdan en un 49 por ciento. Un dato importante relevado por la encuestadora es que la oposición a la educación sexual sólo es superior en dos grupos: entre los que dicen haber votado a Bolsonaro (el 54 por ciento) y entre evangelistas (53 por ciento). Aunque los parámetros curriculares nacionales prevén el abordaje de la educación sexual en las escuelas desde 1997, en base a la ley de educación brasileña de 1996, grupos conservadores y religiosos -incluyendo la bancada evangélica en el Congreso- presionaron al ex presidente Michel Temer de vaciar de la Base Nacional Curricular Común las menciones al género y la sexualidad, informó el diario Folha de San Pablo. Dicho documento define lo que los alumnos deben aprender en la educación básica.