Con ráfagas de viento de hasta 80 kilómetros por hora durante un par de horas, Pinamar fue el centro de una tormenta que voló techos, carpas y sillas de algunos balnearios.

Tras el paso del temporal, el distrito quedó sin energía eléctrica y se perdió acceso a Internet, por lo que a los especialistas les resultó difícil seguir la evolución de la tormenta.

Durante la tarde el clima mejoró.

El temporal también alcanzó el distrito de la ciudad vecina de Villa Gesell, donde además de la caída de ramas, también se registró la caída de la provisión de energía eléctrica.

Lejos de la costa, en Corrientes, una fuerte tormenta eléctrica, ráfagas de viento y 160 milímetros de lluvia en ochenta minutos, anegaron buena parte de las calles de la capital provincial. Algunos vecinos consideraron que la tormenta fue inédita y afectó especialmente a la zona sur de la ciudad.