El éxito de Una semana nada más lejos está de enceguecer a Vázquez. El actor de 41 años dice que no puede abstraerse de la dura realidad argentina. “Me cuesta mucho disfrutar mi presente ante lo que pasa en el país. No puedo aislarme de mi alrededor. No veo al país bien, pero tampoco es que antes me parecía una maravilla. Es como que nos acostumbramos siempre a estar atrapados en la misma crisis. Cuando adelantamos diez casilleros, retrocedemos veinte. Y así una y otra vez. Sueño con una Argentina mejor, pero no sé cómo es posible eso y me preocupa”, se lamenta. “Me preocupa mucho la educación, me preocupa mucho la pobreza, la falta de trabajo, la gente que duerme en la puerta del teatro...”, dice. “Me duele la ausencia del Estado, que haya fundaciones o asociaciones civiles que se tengan que ocupar de cosas que son responsabilidad estatal. Sueño con un país más igual, con oportunidades para todos. Puede sonar medio Gandhi o medio pelotudo, pero deseo que haya más amor, más humor, más trabajo y mayor igualdad”.