El clásico tuvo una antesala papelonera. Al llegar al estadio Marcelo Bielsa, la delegación canaya se encontró con un polvo extraño y cenizas diseminadas por todo el vestuario. La insólita situación derivó en una reunión extraordinaria de dirigentes de ambos clubes y autoridades del Ministerio de Seguridad en la que analizó suspender el partido. El vicepresidente de Central Ricardo Carloni indicó que dos utileros sufrieron "una intoxicación por inhalación de sustancias dañinas". El dirigente manifestó que es "una situación muy irregular". Ante la anomalía, el plantel visitante se vio obligado a utilizar el vestuario de la división Reserva, más chico en dimensiones y sin aire acondicionado.

De entrada arrancó picante el clásico. En las afueras del estadio, en el propio Parque Independencia, la Policía dispuso controles diferentes a partidos anteriores. A la vez, una gran cantidad de hinchas leprosos se concentraron en la zona del Palomar, donde arrojaron bombas de estruendo y otros elementos de pirotécnica. Los uniformados eligieron no intervenir. En medio de una temperatura agobiante, los rojinegros eligieron las adyacencias de Avenida Pellegrini para meterle color a la previa del choque ante Central.

La dirigencia de Central se quejó por algo que -entendió- fue armado por allegados al club del Parque. Además del polvo y las cenizas, se encontraron frente al vestuario con tres carteles con el número 74, en alusión al año del certamen Metropolitano que Newell´s le ganó a los canayas. Seguridad Deportiva de la provincia los retiró y pensó, por un momento, demorar el inicio del juego.

La carga, de todos modos, no cayó solo sobre los leprosos. El micro que trasladaba a los canayas tenía una calcomanía con forma de estrella y el número 2018 pegada en el frente de la unidad, en conmemoración de la victoria de la Copa Argentina. Para ingresar al predio del estadio, Seguridad requirió que sea retirada.

En tanto, el presidente canaya Rodolfo Di Pollina y Carloni llegaron a la cancha antes que los jugadores y el cuerpo técnico. Consultado en la previa del partido, el mandamás auriazul pidió concentrarse en el juego, aunque aseguró: "en la semana vamos a analizar lo que pasó". "Hay una situación irregular, estamos viendo el alcance de la misma y la verdad es muy triste porque rompe con el espíritu de la semana", lamentó Carloni, en diálogo con LT3. Entonces, el clásico continuará a partir de hoy fuera de las canchas.