Desde Pinamar

Un polémico tweet del intendente de Pinamar Martín Yeza alteró las aguas de la ciudad balnearia el sábado pasado, cuando la atención de locales y turistas estaba más concentrada en el soleado día que llenó las playas de gente. Lo curioso es que el contenido no aludía a un hecho de estricta actualidad, sino a un episodio que ocurrió el año pasado y por el cuál la alianza Cambiemos que gobierna la localidad costera ya se había pronunciado al respecto. 

En la publicación, el mandatario de la ciudad escribió: “Hace un año la entonces directora de la primaria Nº 5 pidió un subsidio del fondo educativo para hacer una ‘intervención artística’. Hicieron un mural que decía ‘más dinero para la educación y menos para la represión’. Irónicamente con el fondo educativo”. El tweet estaba acompañado por una foto en la que el intendente comunal y siete personas más observan la obra con sorpresa y afectación, pese a que el propio Yeza reconoce que el mural llevaba mucho tiempo a la vista.

Las reacciones en la red social no se hicieron esperar, desatando numerosas respuestas tanto a favor como en contra, debido en parte a la intensa actividad de Yeza en Twitter y a la cantidad de seguidores que el intendente pinamarense fue acumulando desde que asumió en el cargo a fines de 2015. 

“No es irónico. Es la realidad”, lo cruzó un usuario, mientras que otro agregó: “¿Ironía? ¿Dónde? ¿O el mural debería decir: “más plata para balas y menos para educación?”. En tanto, un tercero fue más a fondo y comentó: “Ahora mandate un post sobre la empresa Ashoka y explicá el sobreprecio del césped, luminarias no colocadas y mucho más. Te mandaron 34 palos de Nación, se pagaron a la empresa y no se hizo nada”. Este tweet alude a la denuncia por desvíos de fondos públicos que una fiscal federal le realizó a Yeza el año pasado. 

“¿No controlás la plata (nuestra) que das a los que te piden?”, le inquirió al intendente otro usuario de la red social. Es que no fueron pocos los que se preguntaron cuál era el verdadero objetivo de esta queja anacrónica, ya que la obra sólo tiene varios meses, sino que incluso el propio Ejecutivo pinamarense pudo haberse tomado el trabajo de chequear el contenido de la misma antes de que esta sea efectuada. Tal vez así se evitaban esta indignación fuera de tiempo y una reacción que busca vincular forzosamente el mural con un maquiavélico trasfondo partidario. 

En la imagen que acompaña el tweet del intendente se observa con claridad un baldazo de pintura blanca que interrumpe el mural, lo cual deja en evidencia que el mismo no fue corregido o tapado con prolijidad, sino a través de un acto anónimo que por otro lado deja al descubierto –por descuido o impensada ironía– la palabra “represión”. El manchón lleva largos meses y por lo visto nadie del gobierno local se preocupó por acomodarlo, ni siquiera cuando Yeza se arrimó en pleno verano para fotografiarse frente a él.

El mural en cuestión fue realizado el año pasado en una de las paredes de la Escuela Número 5 Antártida Argentina del barrio pinamarense de San José. Participaron del mismo diversos artistas y la leyenda estaba acompaña por la imagen de un niño con un megáfono en la mano. Una imagen fuerte en un contexto de duras críticas a la gestión educativa del gobierno provincial que lidera María Eugenia Vidal, quien estima a Yeza y lo pondera como uno de sus principales aliados comunales en el territorio que dirige. 

El tema no pasó desapercibido en su momento, despertando en inicio reacciones agresivas de diversos funcionarios de Cambiemos. Como la concejala Alejandra Apolonia, quien en Facebook cargó las tintas contra Gabriela Cucuini, directora del establecimiento. “Terrible, y no quiero ser mal pensada, pero será que sabía que el lunes se jubilaba y dejó este regalito sabiendo que no la pueden sancionar?”, teorizó la edil pinamarense, despertando suspicacias. 

Asimismo, otros representantes del partido gobernante en Pinamar insistieron con el remanido argumento de que estas acciones “politizan a los niños”, olvidando acaso que pertenecen al mismo signo político que ya había avalado la intromisión de personal policial en distintos colegios de la provincia, tal como ocurrió en Banfield, Berisso o San Isidro, por solo citar algunos.

Tres semanas después de la inauguración del mural (el 1 de julio del año pasado) y de su jubilación, la propia Cucuini respondió a las agresiones a través del sitio PinamarInfo.com, donde más allá de la polémica señaló el pésimo estado del colegio público a través del desmantelamiento del comedor escolar que allí funcionaba. 

Mientras diversos miembros de Cambiemos continuaban su campaña pública en contra del mural y en supuesta defensa de los alumnos, el padre de uno de estos señaló que “deberíamos discutir de una vez por todas dejar de hacer macartismo, porque esa consigna política no pertenece a ningún movimiento político”. Es que, más allá de la pertinencia o no de realizar esa obra en una escuela, nadie puede negar la certeza que encierra la frase pintada: “Hoy parece una utopía pedir que se invierta más en educación que en represión. Es la única salida que tienen colectivamente la Argentina”.