El presidente Mauricio Macri volvió a referirse a su aspiración de ser reelecto con una singular interpretación de la situación del país: “Hoy estamos mejor posicionados hacia el futuro de lo que estábamos en 2015”, dijo. Según él, la situación del país no va a empantanar esa posibilidad. Por el contrario, la devaluación del peso, el aumento de la pobreza, la caída de todos los sectores de la producción, el cierre de industrias, los despidos masivos, el aumento de la desocupación y el endeudamiento externo de hasta cien años solo fueron “golpes” que dejaron a la economía “en una posición más sólida” que cuando asumió hace tres años cuando, según dijo, la sociedad “vivía por encima de sus posibilidades”.

La insólita lectura de la realidad fue hecha por el jefe de Estado durante una entrevista a FM Pasión 96.5, una radio de la localidad de Buena Esperanza, en la provincia de San Luis. Allí se calificó como el presidente “que más ha recorrido el interior del país” y considero que ello le da la capacidad de “resolver los problemas que tenemos”.

Durante el diálogo con esa emisora destacó como uno de los logros de su gestión el hecho de que no hayan más "cadenas nacionales que invaden la vida de los argentinos" y opinó que, en medio de los vaciamientos de la TV Pública, Radio Nacional y la agencia Télam, en la actualidad "tenemos los medios públicos más plurales de la historia". 

Luego, y tal como lo suele hacer en sus apariciones públicas, intentó mostrar empatía con los sectores de la sociedad más golpeados por la política económica que aplicó desde que asumió en diciembre de 2015. “Hay gente enojada y mucha gente angustiada porque cuesta más llegar a fin de mes, porque nos hemos chocado contra una realidad”, afirmó pero inmediatamente deslindó responsabilidades: “La Argentina venía hace muchos viviendo por arriba de sus posibilidades".

Luego le echó la culpa de la situación actual a los “gobiernos que gastaban más de lo que tenían” y dijo que por ello “de golpe nos encontramos que el mundo nos dejó de dar crédito para sostener eso”. Agregó que ese fue el motivo del “aumento de la inflación” y de “la devaluación grande que tuvimos”, y recurrió su muletilla de que “no se puede vivir de lo prestado ni gastar más de lo que tenemos”. Completó que el país está saliendo “todas las tormentas que enfrentamos el año pasado por causa de la sequía y el corte de crédito mundial a los países emergentes".

En ningún momento reconoció que la apertura de la economía y la liberación del mercado derivaron en un mega endeudamiento con privados y el Fondo Monetario. Todo lo contrario. Defendió el ajuste al sostener que “para estar más tranquilo y ahorrar un poquito” no se puede “gastar más de lo que se tiene” y aseguró que “este camino ya lo han logrado muchos países”, como “Chile, Paraguay, Uruguay, Perú”. “Ellos viven con presupuestos de realidad, acotados, sin despilfarrar, sin robar”, remató sin fundamentos ni ejemplos ni comparaciones. 

También mencionó que “la corrupción” y “las denuncias que se están estudiando del gobierno anterior”, e insistió que las medidas que toma su gobierno son “el único camino” que hay, además de los ya conocidos métodos de “decirnos la verdad” con “diálogo y trabajo en equipo”.