Desde el 1º de marzo la Asignación Universal por Hijo tendrá un aumento por la aplicación de la ley de movilidad. Como el índice de actualización está vinculado a la inflación pasada y se concreta con un delay de seis meses, comenzará a impactar sobre la AUH el período de mayor suba de los precios del año pasado. Sin embargo, un análisis del Observatorio del Derecho Social de la CTA advierte que ni aún así su valor real de compra puede recomponerse. El panorama indica que seguirá sufriendo un fuerte deterioro en 2019, atenuado apenas por muy leves recuperaciones.

El cuadro indica la evolución de la Asignación Universal por Hijo dese abril de 2016.

La fórmula de movilidad de la AUH es la que sancionó el Congreso con los votos de Cambiemos en diciembre de 2017, mientras en la plaza una multitudinaria manifestación de protesta era reprimida. Se aplica a jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares. 

El informe del Observatorio polemiza con los medios que, apoyándose en el rezago de seis meses con que la fórmula se traslada a los haberes (a los que ahora se aplicará la inflación de los peores seis meses de 2018), dieron la buena noticia del comienzo de su recuperación. 

Luis Campos, coordinador del Observatorio explicó que hay tres razones por las que no será así: 

  • El dato clave es que los beneficiarios de la AUH gastan prácticamente todos sus ingresos en la compra de alimentos y el pago de servicios públicos, los dos rubros que concentraron los mayores aumentos de precios. La ley de movilidad toma para su cálculo el Indice de Precios al Consumidor (IPC), que incluye además de esos rubros otros items. Por esto, aunque el índice de precios utilizado fue elevadísimo, no alcanzó los niveles de inflación sufridos por los sectores de menores ingresos, que fue todavía mayor. “En el caso de la AUH, la fórmula sería mucho más acertada si tomara no el IPC sino a la Canasta Básica de Alimentos. Por ejemplo, en enero la inflación anual medida por el IPC fue del 49,3 por ciento, pero medida por la Canasta Básica de Alimentos aumentó en un 55,8 por ciento”, apuntó Campos. Son seis puntos de diferencia. En el Observatorio marcan que esta es una brecha que se acentuó a partir de septiembre debido a que hubo devaluación, que incide más en los precios de los alimentos. 
  • El ajuste se realiza sólo en un 70 por ciento en función de la inflación. En el 30 por ciento restante depende del índice Ripte, que depende de los salarios. “Hace seis meses, la inflación estaba en los niveles más altos, pero los salarios estaba creciendo a niveles muy bajos. Así, ese 30 por ciento de ajuste por el Ripte baja el porcentaje de incremento de la movilidad. Es decir que el porcentaje de ajuste para la AUH va a ser ya de movida más bajo que la inflación”, señaló Campos. 
  • La suba de los precios no se está desacelerando. “En los primeros meses de este año por lo pronto, la inflación va a seguir en los niveles en los que venía en los últimos meses del año pasado, con lo cual por más que la asignación tenga un aumento aplicando un índice en base a los meses de mayor inflación del año pasado, lo que se recupere no va a ser tanto”. 

Según el cálculo del centro de estudios, en enero pasado el valor real de la AUH cayó un 17 por ciento en comparación con enero de 2018, y entre marzo y mayo (es decir, cuando ya esté vigente el nuevo aumento), la caída en comparación con el 2018 va a ser del 14 por ciento en promedio. Esto implica que apenas va a estar creciendo en comparación con el trimestre anterior, muy marginalmente. 

Volcado todo esto a proyecciones, los autores del trabajo estimaron el poder de compra de la AUH una vez que reciba los aumentos ya anunciados para 2019. Luego les descontó la suba de precio de la Canasta Básica Alimentaria del Indec. Así concluyó que aunque en los medios masivos de comunicación se insista en que a partir de marzo los incrementos serán sustancialmente superiores a la inflación, recuperando los niveles del año anterior, la realidad es que la caída del poder de compra de la AUH seguirá siendo muy marcada: en marzo, con la Asignación los beneficiarios podrán comprar un 13,4 por ciento menos que en marzo del 2018; en abril, un 15 por ciento menos que el mismo mes del año anterior. 

Las caídas interanuales, dice el Observatorio, seguirán siendo de dos dígitos y recién a partir de junio las pérdidas pueden llegar estar por debajo del 10 por ciento; pero ni siquiera así habría una recuperación de lo perdido.