El Palacio de Hacienda apuesta a los dólares del FMI y las exportaciones cerealeras para garantizar la estabilidad cambiaria durante la campaña electoral. “La volatilidad va a ser baja”, aseguró el ministro Nicolás Dujovne aunque no descartó variaciones diarias como las registradas a lo largo de las últimas semanas. El ajuste fiscal, la contracción monetaria, las altas tasas de interés son los instrumentos a los que apela el funcionario para intentar evitar una nueva megadevaluación. “Estamos en una posición de mucha solidez. Tenemos reservas de casi 70.000 millones de dólares”, ostentó Dujovne durante una entrevista televisiva. Sin embargo, con la dinámica adoptada por el esquema de bandas cambiarias, hoy el Banco Central recién puede intervenir de manera limitada para intentar aplacar una corrida si el dólar escala más de 10 pesos en una jornada superando los 49,939 pesos. 

La contracción inducida por el programa de austeridad permitió mantener a raya la cotización del dólar. Como la cotización se mantuvo levemente por encima del piso establecido, el valor del dólar podría subir 30 por ciento en una sola jornada sin que el Central pueda vender divisas para frenar una escalada (ver aparte). El diagnóstico de Dujovne omite que la corrida cambiaria del año pasado fue posible por la ausencia de mecanismos de administración del mercado cambiario y financiero. “El tipo de cambio es competitivo, no hay cepo y el Banco Central ya no financia más al Tesoro. Las chances de que en 2020 haya otro descenso sostenido están ahí. Estamos atacando la enfermedad para que la inflación baje de manera permanente”, expresó el funcionario para quien

El esquema de flexibilización y flotación cambiaria adoptado por el gobierno de Mauricio Macri va a contramano de las prácticas sugeridas por las investigaciones del FMI y las políticas implementadas por el resto de los países de la región como Chile, Colombia, Perú o Brasil. El desmantelamiento de las regulaciones exacerbó la exposición de la economía argentina a la volatilidad de los mercados internacionales. Por su parte, la creciente mochila de los intereses de la deuda en moneda extranjera junto con la persistente fuga de capitales suman presión sobre las deterioradas cuentas externas. 

Las promesas oficiales se agotan con la baja volatilidad del tipo de cambio ya que el poder adquisitivo de los trabajadores, reconoció el funcionario no remontará. “La debilidad de la economía viene por el lado de la caída de los salarios reales y esperamos que se recuperen parcialmente este año, lo que dependerá de las paritarias del sector privado. El salario va a crecer este año pero habrá que ver sector por sector”, consideró Dujovne. La capacidad de compra de los salarios experimentó el año pasado su mayor caída desde 2002. Es uno de los factores centrales para explicar la caída en el consumo interno junto con la precarización laboral, la destrucción de puestos de trabajo, el desmantelamiento de Precios Cuidados y las altas tasas de interés. 

“La sociedad está madura y va a seguir acompañando el cambio”, expresó Dujovne al considerar que “las condiciones para ver un crecimiento sostenido están ahí, la Argentina finalmente está lista para crecer durante muchísimos años”. Como es habitual, el funcionario recurrió al libreto electoral de Cambiemos para justificar el ajuste estructural implementado desde finales de 2015. “Si Macri no asumía y enfrentaba los problemas estructurales lo que le esperaba a la Argentina era Venezuela”, indicó el titular de Hacienda. 

Durante una entrevista con el canal de noticias TN, el funcionario aseguró que “este año vamos a tener una tasa de inflación más baja que la que tuvimos en 2018”. Después de computar una escalada de 47,6 por ciento en 2018 las consultoras privadas, universidades públicas y organismos internacionales proyectan que los aumentos de precios se ubicarán alrededor del 35 por ciento. “Corregimos gran parte de los precios de servicios públicos. Estamos convergiendo a niveles para proveer los servicios de manera de manera adecuada. Todavía en este primer cuatrimestre tenemos un alza en electricidad en febrero y de gas en abril. De ahí en adelante habrá revisiones semestrales por precios mayoristas y tipo de cambio”, expresó el funcionario.