Epic Games, la empresa desarrolladora del juego ultraviral Fortnite, acaba de realizar su entrada triunfal al ámbito de los deportes electrónicos al anunciar su primer torneo mundial, con 100 millones de dólares en premios. La competencia invita a participar a jugadores que tengan a partir de 13 años (con autorización de sus tutores) y posean cuentas libres de sanciones por actitud tóxica o delictiva. Las inscripciones están abiertas al público en general, sin necesidad de tener experiencia en el juego ni de ser miembro de algún equipo profesional de e-sports.

Según la página oficial de Epic Games, la Fortnite World Cup realizará sus clasificatorias entre el 13 de abril y el 16 de junio, además de contar con un millón de dólares semanales a repartir entre los ganadores de esta fase. Una vez seleccionados los 100 mejores jugadores de modo solitario y las 50 mejores duplas de todo el mundo, se disputará el premio de 30 millones de dólares en las finales, que ocurrirán del 26 al 28 de julio en la ciudad de Nueva York.

Fortnite es un videojuego famoso dentro del género “battle royale”, que consiste en acumular una cantidad determinada de jugadores dentro de un espacio que se va reduciendo hasta que un solo jugador o una dupla de jugadores sobrevive al resto. Este título, en particular, alienta a los participantes a construir sus propios fuertes con recursos que deben acumular durante la partida, una marca registrada que lo distanció de otros juegos del estilo como el Playerunknown’s Battlegrounds. Otra de las características que lo hizo estallar en las redes sociales y volverse un vicio de millenials y centennials es el acceso gratuito a su plataforma: cualquier computadora que cumpla sus requerimientos técnicos puede correrlo sin necesidad de comprarlo.

Por otro lado, tanto por su llamativa estética, que abreva tanto de la historia de los videojuegos como de las caricaturas y los superhéroes, como sobre todo por los reconocidos bailes que ofician para sus jugadores como “interacciones” con otros o celebraciones, Fortnite ha ido ganando resonancia pública más allá del ambiente gamer, llegando incluso a instancias definitorias de la Copa del Mundo FIFA de fútbol, donde jugadores como el francés Griezmann imitaron esas danzas para celebrar goles. Además, una activa y multitudinaria comunidad de jugadores inunda las redes y los foros con memes y discusiones sobre un juego que logró una trascendencia inédita.

Para concretar su expansión, la desarrolladora estadounidense también promueve desafíos con un premio de un millón de dólares, mientras asegura llegar a partes del planeta donde los deportes electrónicos aún no pudieron penetrar, prometiendo a la par un programa que fomenta su videojuego estrella como entrada a la escena competitiva profesional de los e-sports. Con estos anuncios, Fortnite ha conseguido además encandilar a los usuarios y poner en pausa la caída en ventas que le significó el lanzamiento de Apex Legends (de Respawn Entertainment), un nuevo battle royale que socavó su popularidad gracias a una modalidad que se comprometía exitosamente con un espectro más amplio de jugadores, y que comenzó a ser tendencia viral en las plataformas de streaming como Twitch y YouTube.

A pesar de esto, Epic Games logró sostener más de 125 millones de jugadores activos hasta el día de hoy --más que la cantidad combinada de Playerunknown’s Battlegrounds y League of Legends-- y apostó exitosamente a correr su juego en celulares de alta gama con un récord de ventas de más de un millón de dólares en sus primeros tres días de publicado. A principios de este año, el gigante también apostó por expandirse a celulares con Android, permitiendo a los jugadores de mobile acceder al modo battle royale, la primera modalidad con la que Fortnite entró al mercado antes de desarrollar su modo historia.

A pesar de las duras críticas de los jugadores más experimentados, y con nuevos competidores que surgen para avasallar al mercado de los juegos del género, esta competencia abierta internacional de Fortnite es sin duda un paso determinante que inclinará la balanza a favor de Epic Games. La cuestión es sobrevivir.