“Su gobierno ejerce violencia contra las mujeres”, gritó Joanna Picetti parada entre las bancas del recinto de la Cámara de Diputados justo en el momento en que el presidente Mauricio Macri se refería al “terrible flagelo del abuso infantil”. Picetti es la diputada electa de Cambiemos en 2017 que no dejaron asumir porque su ex marido la había denunciado por abuso infantil. Los gritos sorprendieron a todos, incluso a Macri, porque la mujer había logrado ingresar al recinto tras sortear el inusual y exagerado operativo de seguridad externo e interno del Congreso. La vicepresidenta, Gabriela Michetti, anunció que la demandará penalmente.

Picetti es una dirigente de Cambiemos que había sido electa diputada nacional en 2017. Sin embargo, le impidieron jurar como legisladora luego de que apareciera una denuncia en su contra por abuso de menores. La legisladora electa, que había sido funcionaria a AySA, aseguró que se trataba de una denuncia falsa de su ex marido. La aparición de Picetti cruzando a los gritos a Macri generó un desconcierto entre los diputados y senadores pero sobre todo a Macri, Michetti y Federico Pinedo que ocupaban el estrado junto a Emilio Monzó. La vicepresidenta reaccionó interrumpiendo a Macri para pedirle que se retire pero como no tenía éxito comenzó a ordenar a la seguridad, con vehementes ademanes, para que la saquen. Al final desistieron porque el escándalo iba a ser mayor porque fue Monzó el que advirtió que se trataba de una dirigente de Cambiemos.

El gran interrogante era cómo había hecho para sortear los diferentes anillos de seguridad que había implementado la Casa Rosada. Pichetti dijo que había ingresado “con actitud” y diciendo que era diputada electa. Eso le podría haber flanqueado el acceso a las cercanías del Congreso pero con la misma “actitud” llegó a ingresar al recinto y caminar entre las bancas. Picetti escuchó de pie el discurso sin sentarse en una banca y gesticuló cada vez que el presidente hizo referencia a cuestiones relacionadas a la niñez. Cuando Macri se retiró, la seguridad del Congreso y un camarógrafo la siguieron hasta que se fue.