El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió a Italia “seguir adelante” a pesar de las últimas tensiones diplomáticas entre ambos países, causados a su parecer por las “afirmaciones un poco excesivas” del gobierno del país vecino. El 7 de febrero Francia llamó a consultas a su embajador en Roma por la reunión que el vicepresidente y líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S), Luigi Di Maio, mantuvo con un grupo de “chalecos amarillos” en París. Una decisión, la de convocar al embajador, que no se producía desde la Segunda Guerra Mundial y que llegó también después de que desde el gobierno italiano, del M5S y la ultraderechista Liga, se sucedieran las críticas a Francia por temas como la inmigración. Macron tuvo palabras de elogio para su homólogo italiano, el jefe del Estado Sergio Mattarella, y avanzó que celebrarán juntos el 2 de mayo el V centenario de la muerte de Leonardo Da Vinci, pues destacó los lazos de amistad y culturales entre ambos países europeos. “Esto nos llevará más allá de los malentendidos que a menudo se pueden hallar en la vida política y económica, y que para mi son secundarios (...) No hay una aventura europea sin un acuerdo entre nuestros dos países”, consideró. Además, el presidente francés reconoció que las llegadas masivas de inmigrantes al continente Europeo han provocado temor entre la población y achacó a este fenómeno el auge de los nacionalismos: “El miedo a la apertura puede derivar en cerrazón”, sostuvo.

“Pero creo que la respuesta no es una Europa de los nacionalismos, no creo que se trate de encontrar una simplificación para responder a este problema. Ningún país europeo, ni Francia ni Italia, podrá resolver sus problemas oponiéndose a los otros países europeos”, insistió, en un llamamiento a la cooperación. Durante la entrevista también abordó los últimos casos de antisemitismo en el continente y en Francia: “Cuando el miedo regresa, se insinúa la inquietud en el mundo y la duda se presenta en las democracias, la cólera regresa y con ella los viejos odios, los odios peores, como el racismo y el antisemitismo”, alertó Macron.