El racismo estructural argentino atraviesa prácticas académicas, de gobierno local y provincial donde se ponen en juego la subjetivación política de lo femenino y lo mapuche en torno al territorio, conocimiento e identidad. Presentaré un caso donde se muestra lo descripto anteriormente: una disputa territorial por un cementerio mapuche en la localidad de Los Toldos, provincia de Buenos Aires desde 2016 hasta la fecha. Se puso en juego la sacralidad del agua y la ley de origen.

Soy mujer y parte de una de las sociedades subalternizadas y sostenemos nuestro modo de vida desde ontologías diversas a occidente se me plantea necesario cuestionar la universalidad de la ciencia moderna como única verdad y hacer foco en el campo antropo-arqueológico. El feminismo en Argentina no exime a las argentinas feministas del ejercicio del poder masculinamente y autoritariamente hacia las mujeres mapuche.

Luego de la remoción de restos óseos (2016) en el Eltuwe (Cementerio mapuche) realizada por una retroexcavadora de la Municipalidad de General Viamonte se procuró utilizar la investigación antropo- arqueológica para verificar la existencia del cementerio como mecanismo legitimador de un proyecto turístico. Negó así, la existencia de memoria oral y conocimiento tradicional mapuche.

Las devoluciones y/o enterramientos de las placentas son rituales propios de la cultura. Son realizados alrededor de un ojo de agua, donde está el eltuwe. La Comunidad Epu Lafken recuperó esta práctica a pesar de que la Sociedad de Fomento Laguna Azotea que –ilegalmente administra ese espacio– comulga con la fe cristiana y niega la espiritualidad mapuche. Este espacio es elegido porque:

1) las mujeres mapuche que fueron despojadas del territorio viven en la ciudad. Es el único territorio subjetivamente colectivo para los y las mapuche a pesar de que esté alambrado.

2) las mujeres tienen memoria de que sus abuelas descansan ahí, por lo tanto al enterrar las placentas se sigue manteniendo unido el linaje materno con el territorio.

3) las mujeres que, por primera vez, se conectan con su identidad al parir, traen por memoria colectiva el ritual la placenta aun sin saber exactamente todos los pasos a seguir.

4) las hijas/os nacidos con problemas de salud necesitarán durante su vida reconectarse con el territorio donde se entregó la placenta cuando aparezcan episodios de padecimientos para reestablecer la salud.

5) se elige ese espacio porque desde que se nace, se empieza a morir.

Rungalkünuluwün küdiñ miñche mapu es la entrega al territorio de abajo, lo que el territorio de arriba nos regaló.

En nombre de la ciencia el Municipio y la Facultad de Ciencias Sociales (Facso) de la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen) intentaron violentar un espacio sagrado realizando excavaciones. 

Verónica Azpiroz Cleñan. Cientista Política - Universidad de Lanús (UNLA) - integrante de la Comunidad Mapuche Epu Lafken - Los Toldos