El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró ayer que “Israel no es un Estado de todos sus ciudadanos”, sino “del pueblo judío”, y ratificó que sería “un peligro” para la seguridad del país si su principal rival electoral se alía a los partidos palestinos. 

“Israel no es un Estado de todos sus ciudadanos. De acuerdo con la Ley Básica que aprobamos, Israel es el Estado Nación del pueblo judío, y solo suyo”, escribió Netanyahu en sus redes sociales en respuesta a las críticas de la reconocida modelo israelí Rotem Sela.

La modelo había criticado al gobierno y, en especial, a la ministra de Cultura, Miri Regev, por advertir en una entrevista televisiva sobre la posibilidad de una alianza entre la coalición centrista Azul y Blanco, del ex jefe de las fuerzas armadas Beni Gantz y empatada actualmente en las encuestas con el partido de Netanyahu, y partidos palestinos-israelíes. 

“Y ¿cuál es el problema con los árabes (palestinos)? Por Dios, hay también ciudadanos árabes en este país”, sentenció la modelo en su cuenta de Instagram, en referencia al 20% de la población israelí que son palestinos, descendientes de los que no abandonaron el territorio en la guerra de los años 40 y la fundación del Estado de Israel en 1948.

Ante la repercusión de la crítica de la modelo y de la creciente tensión electoral, el primer ministro le contestó. “Como usted escribió, no hay ningún problema con los ciudadanos árabes de Israel: todos tienen igualdad de derechos y el gobierno del Likud (su partido) ha sido el más comprometido con el sector árabe que cualquier otro gobierno”, aseguró el premier, que el 9 de abril se presenta a la reelección en las urnas con una coalición de aliados de derecha y ultraderecha nacionalista y religiosa.

“El Likud solo quería aclarar la cuestión central en estas elecciones: o un gobierno de derecha fuerte encabezado por mí o un gobierno de izquierda de Yair Lapid y Gantz con el apoyo de los partidos árabes”, agregó Netanyahu, y ratificó su estrategia electoral de la polarización.