• La región enfrenta grandes desafíos que requieren un cambio en el rol de las finanzas.
  • El equilibrio de la economía mundial es inestable y las fragilidades acumuladas en estos años son muchas.
  • La actual arquitectura financiera internacional no contribuye a aliviar los miedos.
  • Es preciso pensar alternativas a un esquema que parece entrañar más riesgos que soluciones. 
  • Servirá para proteger a Latinoamérica de las fluctuaciones externas y también debería favorecer el desarrollo económico.