Los motores se encienden. Más de cien creadores jóvenes de diferentes disciplinas y puntos del país acaban de participar durante tres días de Enciende Bienal, la residencia de formación e intercambio que fue el puntapié inicial de la Bienal de Arte Joven, la movida que cada dos años, desde 2013, viene desarrollándose en Buenos Aires. Con el espíritu de la mítica Bienal del ‘89, esta plataforma se expande y estimula a talentos de 18 a 32 años. Apunta a la formación, el desarrollo de experiencias creativas en el país y el exterior, a concretar proyectos desde la idea inicial, la producción y hasta la circulación final de la obra. Desde entonces, muchos y valiosos trabajos vieron la luz. Por dar sólo un ejemplo en artes escénicas, obras como Los cuerpos, Cinthia interminable, Moralamoralinmoral y Los monstruos fueron el resultado de esta iniciativa de la Subsecretaria de Políticas Culturales y Nuevas Audiencias del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Propuestas que impactaron en la escena local, trajeron nuevos aires, llenaron salas y, en algunos casos, hasta brillaron en el exterior. En el proceso de desarrollo de las obras, los artistas seleccionados contaron con la experiencia de creadores experimentados que los ayudaron a pulir los proyectos; más allá del apoyo económico de la Bienal para estrenarlos en condiciones óptimas. Desde ayer se abrieron las inscripciones para una nueva edición a través de la web de la Bienal.

Este año se suman nuevas disciplinas, como literatura y arquitectura, a las ya tradicionales escénicas, visuales, audiovisuales y música. De los  proyectos presentados (pueden inscribirse menores de 32 años, argentinos o extranjeros residentes en el país), los jurados seleccionarán ocho de artes escénicas, seis de artes visuales, tres de artes audiovisuales, una novela, cuatro discos y un proyecto de arquitectura. Pero no sólo hay convocatorias para proyectos a desarrollar, también para obras ya terminadas, y para experiencias de formación e intercambio en el país y en el exterior. “Trabajamos para que la Bienal sea una política de estado en la Ciudad, que sea una institución que permanezca y mejore a través de los gobiernos. Vamos a invitar a la ciudad al Centro Cultural Recoleta, que fue sede de la primera Bienal en 1989. Esa fue una Bienal festiva. Queremos conectarnos con ese espíritu: van tres ediciones desde que la Bienal volvió a hacerse. Es una buena señal de que estamos recuperándola para Buenos Aires”, comenta a PáginaI12 Luciana Blasco, subsecretaria de Políticas Culturales y Nuevas Audiencias. Ella es el alma mater, junto a Jimena Soria, de las últimas tres ediciones. Inquieta, abierta a la novedad y a la pluralidad de voces, Blasco agrega: “La idea de la continuidad en el tiempo es también la de su evolución. Si durante las dos primeras ediciones nos limitamos a cuatro lenguajes artísticos fue porque era hasta donde podíamos llegar con los recursos que teníamos. Y también porque estábamos aprendiendo a organizarla. Ahora tenemos más medios, más experiencia, y la dirección de agregar cada vez más disciplinas en las que el arte aparece”.

La colaboración con instituciones locales e internacionales sigue afianzándose. Este año, por ejemplo, la Bienal, el Centro Cultural Recoleta y el Festival de Performance presentarán en mayo los proyectos ganadores del Antihomenaje DADÁ: veinte propuestas que condensan el espíritu de rebelión, libertad, contradicción, juego, azar, caos creativo, sinsentido, humor y poesía como acción. El artista Emilio García Webhi y el filósofo Ricardo Ibarlucía son los creadores y tutores de esta iniciativa. Pero habrá mucho más. “Todas las becas que se ofrecen como premios son para formación. Algunas implican la posibilidad de compartir con otros artistas de la misma generación espacios de reflexión en el marco de convivencias creativas, como el programa para artistas del Festival de Avignon (Francia) o el programa para directores del Kunstenfestivaldesarts (Bruselas). Otras implican trabajar en el desarrollo de un proyecto personal en compañía de otros artistas, como las residencias en artes visuales en Hangar Barcelona, el seminario para dramaturgos de la Sala Beckett o el programa para directores del Flaherty Institute (Nueva York). Este año se ofrecerán 15 becas”, explica Blasco.

A esta primera etapa de inscripciones le sigue el anuncio de los ganadores en mayo, a cargo de un jurado de especialistas en cada área. Luego el desarrollo de proyectos, que la Bienal acompaña mediante financiamiento, dando un espacio de trabajo y ensayo, acompañamiento de uno o varios tutores que funcionan como guías en el proceso de creación, además de la sala o espacio donde exhibir la obra y del apoyo en comunicación y prensa. También se desarrollará el Campus Bienal, un espacio de encuentro y reflexión entre artistas de diferentes disciplinas y generaciones, al que por primera vez se sumarán once creadores del exterior. Y en septiembre llegará el Festival de la Bienal, la etapa de exhibición y encuentro con el público.

* Las inscripciones a la Bienal se realizan vía web: https://bienal.buenosaires.gob.ar/convocatorias