La carta de la discordia que le escribieron doce diputados y senadores opositores a Donald Trump, según el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Diego Pary, está escrita en inglés. Por ese acto “cipayo” - fue el adjetivo más liviano que recibió- ahora pesa sobre los legisladores un pedido de expulsión de la Asamblea. El presidente Morales dijo al enterarse de la iniciativa a mediados de abril: “Quienes hemos ido al cuartel aprendimos a defender la patria, y pedir una intervención extranjera es traición a la patria”. El texto de los doce opositores dirigido al presidente de EE.UU, en su párrafo más saliente señala: “Nos dirigimos a su autoridad en nuestra condición de senadores y diputados del parlamento boliviano y plataformas ciudadanas para solicitarle muy respetuosamente tenga a bien interceder en América Latina y evitar que Evo Morales vuelva a repostularse a la presidencia de Bolivia”. La carta firmada por la senadora Carmen Eva Gonzáles y los diputados Amílcar Barral, Enrique Siles, Agustín Condori, Norma Piérola, Susana Campos, María Eugenia Calcina, Isabel Villca, Cira Castro, Yeimi Peña, Rodrigo Valdivia y Édgar Rendón motivó, antes que la intervención de Trump, una declaración crítica del Senado de Estados Unidos a la aspiración de Evo para ser reelegido por un cuarto mandato. La Asamblea Legislativa Plurinacional les respondió a los senadores de EE.UU con otra que “rechaza de manera contundente la intromisión del Senado de Estados Unidos en los asuntos internos del Estado Plurinacional de Bolivia y exige respetar nuestra soberanía, independencia y autodeterminación”. Una de las diputadas, la conservadora Piérola, admiradora de Jair Bolsonaro y quien define al presidente Morales como “nazifascista”, redobló la apuesta. Anunció que le mandaría la carta al resto de los mandatarios del mundo. Evo respondió: “la derecha no quiere que sea presidente. Están pidiéndole a su patrón que intervenga, tienen miedo. ¡Vergüenza! Saben que vamos a ganar, pero como no pueden acuden a Trump”.