La fuga de capitales volvió a aumentar en marzo. El balance cambiario del Banco Central registró que el sector privado realizó una compra neta de 1771 millones de dólares. La cifra es cuatro veces más alta que la de noviembre, el mes de menor atesoramiento privado desde diciembre de 2015. Los efectos de la devaluación de 2018 para limitar la dolarización empiezan a ser cada vez más pobres y los ahorristas buscan refugio en la divisa ante la incertidumbre de la economía. Marzo fue un mes de fuerte inestabilidad cambiaria, con una suba del dólar de 10 por ciento.

El documento de la autoridad monetaria precisó que 920 mil individuos compraron dólares a través del mercado de cambios. Esta cantidad de individuos se mantuvo respecto de febrero. Se destacó además que hubo ahorristas dolarizados que salieron a vender aprovechando el salto de la divisa el mes pasado. El informe registró que 695 mil personas vendieron moneda extranjera, cifra que supera a la observada en los primeros meses de este año y  casi idéntica a la registrada en noviembre, cuando se alcanzó el pico.    

“Como es habitual, las operaciones con billetes de individuos se concentraron en los estratos inferiores de monto. En marzo, el 63 por ciento de las ventas brutas y el 70 por ciento de las compras brutas fueron realizadas por individuos que operaron por montos inferiores a 10.000 dólares”, detalló el Central. La demanda promedio de los individuos fue de 1470 dólares, mientras que la venta promedio fue de 1045 dólares. 

En lo que refiere a la salida de dólares por turismo, se registró un rojo de 410 millones de dólares en el segmento de viajes y otros pagos con tarjetas. Esta cifra fue un 40 por ciento menor respecto de la registrada en marzo del año pasado y evidencia el impacto del ajuste cambiario en la salida de turistas al extranjero. El resultado del sector agropecuario es otro de los datos relevantes del documento. El sector explicó un ingreso neto de 1390 millones de dólares. La cifra fue 20 por ciento menor respecto de la anotada en marzo del año pasado. Esto indica que, pese a la buena cosecha, el complejo agropecuario sigue especulando con las liquidaciones.