El primer denunciante del cura Justo Ilarraz, condenado a 25 años de cárcel por abuso y corrupción de menores, pidió a Francisco que "deje de encubrir con su silencio" a los abusadores y los "reprenda con sentencia firme". Se trata de Hernán Rausch, quien a través de una carta se expresó un día antes del encuentro del Papa con 30 obispos argentinos en Roma.

La víctima del cura abusador asegura en la misiva titulada "Reprensión" que "el perdón no exime la culpabilidad y reprimenda", y llama al jefe de la Iglesia Católica a "sumar al perdón la acción concreta y sólida contra causas de soborno e inmoralidad, que oprimen a la institución de la Iglesia y generan tanto daño".

En el texto denuncia que “con su silencio quedan sumergidos, ligados y en evidencia sus temores a ser desacreditados y desaprovechar los beneficios que les da el poder, el confort, la reputación y notoriedad frente al pueblo".

Ilarraz fue condenado el año pasado a 25 años en Paraná por los abusos cometidos contra siete seminaristas entre 1984 y 1993. Los abusos tuvieron lugar en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo.

"La mentira y perversidad sofocan el mundo. Mentira de quienes moralmente deberían ser ejemplo y no son más que desperdicios, buscando el propio beneficio, el pan del día y no la levadura de las masas", agrega Rausch en su carta. Para el ex seminarista “no basta el perdón por estos días” y además recordó que “hasta ahora la Iglesia ni siquiera ha dejado entrever resultados de investigaciones, siguen en el pedestal sacerdotes representando a Cristo, que eufóricamente condenó hechos que la Iglesia misma protege y resguarda”. Algo que consideró “una vergüenza”. 

En otro pasaje, se dirige de manera explícita a Jorge Bergoglio. "Papa Francisco, usted ha manifestado cuidar a los dos extremos de la sociedad: los ancianos y los niños. Pido, y en nombre mío me animo a decir de mucha gente, que vele por la formación e integridad de los niños, mostrando y educando a una Iglesia tibia y mediocre frente a hechos que disgregan la familia cristiana".

El Papa analizará mañana en Roma “la situación económica y social actual” del país junto a una treintena de obispos del norte, centro y litoral. 

"Vamos Francisco, eche manos a la obra. De usted depende. Renuévenos con sentencia firme y concreta", concluye la carta.