¿Cuáles son los cruces entre el fútbol y el arte? ¿Cómo se vive la pasión en los distintos espectáculos? ¿Se juega como se vive? ¿Se actúa como se vive? ¿Dónde quedó la esencia del juego? ¿Los actores también piensan antes que nada en el espectáculo? En torno de esas y otras preguntas similares se sentaron en el escenario del Teatro Astral el guionista Pedro Saborido, el periodista Norberto ‘Ruso’ Vera, el líder del grupo “Las Pastillas del Abuelo”, ‘Piti’ Fernández, el director de teatro Jorge Eines, los actores Fabián Vena y Claudio Garófalo, y la periodista y editora Paula Rodríguez.

Un público muy joven, conformado por estudiantes de periodismo deportivo de la Escuela Deportea, tomó nota de las profundas reflexiones, del rico anecdotario circulante, y comprobó que la promesa de una charla enriquecedora había superado cualquier expectativa.

n Pedro Saborido en una de sus exposiciones.

Fabián Vena abrió el encuentro convocando a que vayan a ver “El Trinche” (la obra inspirada en Tomás Carlovich, que dirige Eines, y en la que actúa Garófalo), en la que se rescatan los valore del juego, más allá del resultado. Enseguida contó una experiencia reciente: “Salimos de gira, fuera del circuito comercial. Una gira. Uno va a a un pueblo, una función, luego otra en otro pueblo. Debut y despedida, cada función es una final. Y en una de esas, en Olavarría me di cuenta a los 20 minutos que estaba saliendo mal, que perdíamos 2-0, al final remontamos y terminamos todos muy contentos ganando 3-2. Esa es la evaluación que hicimos de un espectáculo artístico, en un pueblo teatrero y futbolero”.

Sensaciones similares contó que había vivido Claudio Garófalo, cuando en el arranque de “El Trinche” en la primera escena, en el minuto uno se enredó con una soga, se le cayó un libro y después tuvo que remontar el partido. “Se cree que en el teatro tenemos algunas cosas mas aseguradas que en una cancha. Pero del modo que nosostros, Eines y yo, hacemos teatro no sabemos nunca lo que va a ocurrir. Y en el teatro, como en el fútbol, las cosas ocurren o no ocurren”, contó el actor.

‘Piti’ Fernández, líder de la banda “Las Pastillas del Abuelo” es el autor de un hermoso tema titulado “Las paces”: “Cuantas veces he sufrido tus cargadas/ Cuantas veces fui verdugo a tu lamento/ para luego festejar a carcajadas/ en un abrazo de amistad que es monumento”. El contó que su hermano es director técnico recibido, que siempre tuvo vocación de eso y que una vez en un partido de pibes, cuando él tenía 10 o 12 años estaban jugando muy mal, y en el entretiempo les pidió a los jugadores que miraran para abajo y dijera qué veían. “Zapatillas, cemento, un chicle”, le contestaron. Después pidió que miraran para arriba y preguntó de nuevo qué veían. “Camisetas, un cuadro, el cielo, gente”, dijeron. Y el hermano de ‘Piti’ les prometió que si miraban para arriba iban a ver mas cosas e iban a jugar mejor: “Yo eso lo llevé alguna vez a una sala de ensayo, y les pedí que levantaran la cabeza, que vieran qué pasaba con el bajo, con el batero, les juro que es igual de importante en un trabajo de equipo en el que hay un objetivo que a veces es simplemente hacer algo que sea mejor que el día anterior”. En otro momento de su exposición recordó que en inglés la palabra “play” se usa tanto para jugar como para tocar. “Jugar con la guitarra, tocar la pelota, tocar la guitarra, jugar con la pelota”, resumió.

Pedro Sabotudo dijo que hay una idea de la inutilidad del fútbol y del arte que lo atrae y lo conmueve. “Me gusta Paul McCartney, está todo bien, pero también me guta eso de ir a hacer teatro a Olavarría. Y ahí no hay glamour, pero hay amor. En el fútbol, tenemos una cancha a una cuadra de distancia del otro. ¿Hay algo más ineficiente que eso? Una es redonda y celeste y la otra cuadrada y colorada. Desde el punto de vista inmobiliario es el peor negocio del mundo. Se usa solo dos horas por semana.Y si alguien que se supone racional pregunta ¿por qué no hacen una sola cancha? Porque es fútbol, boludo. En una época en la que todos estamos vigilados por los mercados que son como una especie de Dios que nos castiga, cuando somos ineficientes cuál es el beneficio de ser hinchas de Cambaceres. Vos ves todos esos clubes, sus canchas hechas de pedacitos, llenas de anomalías arquitectónicas, pero son artísticas. Nosotros estamos mucho más cerca de Cambaceres que de Cristiano Ronaldo y el arte aparece ahi. Todo eso, la inutilidad del arte y del fútbol, se contrapone a eso que se nos reclama que es que lo que hagamos sirva para algo. Vas a tocar un instrumento y te preguntan ¿vas a ganar plata con eso? No sé, que se yo si voy a ganar plata voy a tocar por el placer de tocar. Nos estamos uniendo acá, en esta charla en un hilo: no hay nada más inútil y a la vez más humano que jugar”.

Fabián Vena y Juan Germán Fernández.

El ‘Ruso’ Verea aportó su mirada: “Soy el que jugó profesionalmente y fui aleccionado que uno se entrena para ir y triunfar, que uno ensaya y el poder de la repetición puede ayudar, y desde esa búsqueda se enfrenta a alguien que también tiene los mismos intereses. Y en el medio de eso aparece algo que no esta ni imaginado, ni pactado, ni ensayado. El fútbol es tan imprevisible, que no sé si se lo puede relacionar tanto con el arte. Diferente es lo de la pelota y la palabra. La pelota tiene demasiada palabra atrás, y habría que dejarla más tranquila. Emparento al fútbol y el arte en la belleza, en la búsqueda del placer. Uno va a un teatro, a una galería, es ese momento en que la sensación de placer a uno lo relaja y lo saca de ese esquema al que volverá después. Pero el fútbol tiene otras cosas, no estoy diciendo que sean superadoras, el hecho de tener un rival te pone en otro lugar .Y es tan triste que mucha gente dice que si queres espectáculo vayas al teatro. Es triste y eso se hizo carne en nosotros a tal punto que la búsqueda del triunfo se limita al triunfo mismo, ya sin placer. Hay mucha gente que creyó y esta convencida de que lo mejor es ganar en el minuto 94 con un gol con la mano, y no 5-0 pegando un baile bárbaro al otro”.

El encuentro estuvo precedido por 12 minutos de imágenes de un coloquio producido en Madrid, hace unos años, del que participaban, entre otros, Jorge Valdano, Manuel Vázquez Montalbánn, Juan Manuel Serrat, Andrés Calamaro, Alberto Cortés, Jorge Eines, y Angel Cappa.

Eines, el ideólogo de aquel encuentro, resaltó la intervención de Cappa y Valdano para que el fútbol y la palabra se encontraran. “Aquello pasó en el ‘95 y esta charla es una consecuencia de aquella. Estamos acá para generar interés y para eso también hicimos ‘El Trinche’”, dijo. 

Paula Rodríguez, editoria de “Pelota de Papel III”, un libro escrito por mujeres futbolistas, empezó hablando también de aquel video. “Hay dos cosas que llaman la atención, cosas imposibles hoy: fumaban en cámara y no había una mina ni de casualidad”. Y siguió: “Me parece que la comparación que más le cabe al fútbol es la del teatro. El fútbol es una fenomenal maquinara de representación, y la inutilidad o utilidad del juego es esa posibilidad de representarnos, de representar lo que somos, de representarse uno mismo cuando juega. Uno se puede ver cuando juega, se puede ver quien es. La famosa frase ‘se juega como se vive’ es muy del teatro y muy del juego me parece. En esta máquina de representación las mujeres estuvieron ausentes durante mucho tiempo, aunque jugaran al fútbol, porque mujeres que jugaron al fútbol hubo siempre”.

Claudio Garófalo y Jorge Eines.

Más adelante, Rodríguez, contó que en los cuentos de “Pelota de Papel” se repite una escena en distintas formas: la chica que pide una pelota para Reyes, le regalan una muñeca y termina jugando al fútbol con la cabeza de la muñeca”.

En otros tramos Fabián Vena contó que se le cayeron las medias cuando un día vio que en el teatro estaba Enzo Francescoli; Rodríguez habló de su blog “madre botinera”; Verea contó que su madre planificaba la vida según donde tuviera que jugar Independeinte; y Pedro Saborido siguió cutivando con su mirada tan divertida como filosa. Jorge Eines cerró la charla: “Aquí se constató que es factible que la palabra y la pelota encuentren un lugar para coexistir. Por un rato habitamos universos de sensibilidad y de espiritualidad, que nos llevan a pensar que quizás el fútbol y el arte nos puedan ayudar a los individuos a pensar, no a desear más sino a desear mejor”.