El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, se mostró conforme con la desaceleración que registró la inflación en abril y aseguró que en mayo y junio seguirá bajando. A su vez, sorprendió al afirmar que "ya desde hace varios meses la pérdida de poder adquisitivo se ha detenido", pese a que las estadísticas oficiales lo desmienten. Según el Indec, los sueldos se mueven por debajo de la inflación desde mayo del año pasado, con 11,7 puntos porcentuales de diferencia, contando la leve recuperación de 0,2 puntos que se produjo en enero. La información llega hasta febrero, pero luego de la suba de precios del 4,7 por ciento en marzo y 3,4 por ciento en abril, se descuenta que los sueldos han vuelto a ceder poder de compra. Dujovne estimó que "ahora que se están cerrando las paritarias vamos a tener varios meses de recuperación del salario real". Cuando le preguntaron si es posible llevar adelante una política más redistributiva, respondió que no porque "entraríamos en una grave crisis macroeconómica".

En una entrevista concedida el miércoles por la noche al canal La Nación +, el funcionario relativizó además el peso del endeudamiento y anticipó que si el Gobierno gana las elecciones avanzará con la reforma laboral y previsional. En relación a la inflación, Dujovne volvió a defender la política monetaria restrictiva que lleva adelante el Banco Central, aunque en el último año el índice de precios trepó un 55,8 por ciento, el mayor nivel desde 1991. "Este mes empezamos a ver una desaceleración, especialmente en el precio de los alimentos, lo cual es muy beneficioso para los que menos tienen", afirmó el ministro. "Esperamos que la inflación pueda seguir bajando en mayo y que sea más baja en junio", agregó.

Cuando le preguntaron si el Gobierno no debería haber limitado el aumento de tarifas a comienzos de año para evitar una nueva aceleración de los precios, el funcionario respondió: "Nosotros tenemos una sábana muy corta. Necesitamos tener una situación fiscal sólida y si frenamos la corrección tarifaria enseguida nos vuelve el problema del déficit (primario). Durante el primer trimestre se concentró la mayor parte de la suba de tarifas de servicios públicos. Al igual que el año pasado y el anterior, en general se hacen en la primera parte del año. Eso tuvo una influencia en la aceleración inflacionaria que vimos en marzo", reconoció.

La restricción monetaria que se aplicó para intentar frenar el dólar y los precios está teniendo un efecto devastador sobre la actividad económica, pero Dujovne consideró que la situación hubiera sido peor si Hacienda y el Banco Central no hubieran hecho lo que hicieron, algo imposible de comprobar. "El contrafáctico de no tener una política monetaria muy restrictiva habría que buscarlo en lo que hubiera ocurrido con el tipo de cambio sí se seguía depreciando, la inflación se aceleraba aún más y los salarios perdían más contra la inflación, lo cual hubiera generado un efecto muy grande sobre el consumo".

--Pero los salarios perdieron 11 por ciento el año pasado-, le retrucó su entrevistador. 

--El año pasado, pero ya desde hace varios meses ese proceso se ha detenido. Desde hace varios meses los salarios están dando la batalla contra la inflación. Ahora que se están cerrando las paritarias pensamos que vamos a tener varios meses de recuperación del salario real.

De acuerdo al Indec, el índice de salarios de febrero subió 2,7 por ciento, contra una inflación del 3,8. En enero, en cambio, los salarios avanzaron 3,1 por ciento y el IPC, 2,9. Fue la única ganancia desde mayo del año pasado, cuando arrancó una sucesión de caídas abruptas que totalizaron 11,7 puntos desde entonces, descontada la mejora de enero. En marzo y abril de este año los sueldos habrían vuelto a caer, pero la información oficial se conocerá en las próximas semanas.

--¿Se puede hacer una política más distributiva ahora?- le preguntaron a Dujovne.

--Yo creo que no porque eso llevaría a una pérdida de confianza de los depositantes y de quienes financian a la Argentina y entraríamos en una grave crisis macroeconómica. Creo que lo que hay que hacer es seguir por el camino de corregir los desequilibrios. 

Cuando le preguntaron sobre el creciente endeudamiento que viene llevando adelante el Gobierno, el ministro buscó relativizar el dato de un modo sorprendente. 

--¿Cuál es la deuda hoy de Argentina contraída sobre el PIB y cuán gigante es?

--Hay distintas maneras de medirlo. Creo que el número relevante es la década que tenemos con el sector privado y los organismos internacionales porque luego hay un montón de deuda que nos debemos a nosotros mismos que es deuda que se deben distintas reparticiones del Estado. Si miramos la deuda con el sector privado y los organismos internacionales es cercana a 50 puntos del PIB, muy influido ese número porque esa deuda que no es intrasector público está casi toda denominada en moneda extranjera. La estamos midiendo en un momento de mucha depreciación del peso, pero si la tomásemos al tipo de cambio promedio del año pasado sería 35 por ciento. Siendo bien ácidos y tomándola con un tipo de cambio muy depreciado nos da el 50 por ciento del PIB, que es mucho menos que lo que tienen la mayor parte de los países del mundo.

Dujovne evitó descartar que vayan a seguir tomando deuda. "Si nosotros cumplimos con este programa con el cual convergemos al equilibrio antes de intereses y aumentamos ese resultado a un punto de superávit el año que viene y logramos seguir renovando la deuda, como estamos renovando con éxito en los mercados, la Argentina hoy no necesita financiamiento adicional", sostuvo.

--¿Intentarían si tuvieran más plafón político, con el viento a favor de si ganan las elecciones, alguna reforma previsional, laboral y fiscal?

--Cuando sancionamos las reformas en 2017, luego de las legislativas, también intentamos sancionar una reforma laboral que estuvo a punto de pasar por el Congreso. La disidencia de una parte de la CGT frustró el pasaje de esa ley que hubiera sido muy beneficiosa para empleadores y empleados porque se hubiera podido generar mucho más empleo. 

--¿Lo intentarían de nuevo?

--Es claro que si lo intentamos en su momento es probable que lo intentemos más adelante siempre y cuando logremos los consensos.

--¿Y la previsional?

--Cuando la Argentina sancionó la "reparación histórica" y el proceso de amnistía fiscal se comprometió a trabajar mediante una comisión en un proceso de reforma previsional que tiene que incluir en su discusión a los actores más importantes involucrados en esto. (…) La cuestión previsional es algo que los argentinos tenemos que discutir a luz de los cambios que se han producido en la demografía en el mundo y en la Argentina donde hay un envejecimiento natural de la población y la gente se retira a una edad más avanzada.