Este año celebramos el aniversario número 30 de la Convención Internacional de Derechos del Niño. Se trata de un instrumento internacional que modificó el reconocimiento jurídico de la infancia y adolescencia, imponiendo a los Estados la obligación de garantizar sus derechos. Uno de esos derechos, el derecho a ser oído, se transforma también en una herramienta para que los abordajes y las decisiones de la política pública logren incorporar la voz de las niñas, niños y adolescentes.

La aprobación de la Convención disparó –en los países que adhirieron– cambios en las normativas internas y la generación de estructuras especializadas para promover, promocionar y restituir los derechos en aquellos casos de vulneración. La Ciudad de Buenos Aires fue pionera a nivel nacional en la materia e incorporó rápidamente el paradigma de protección de derechos a nivel local. La sanción de la Ley 114, de 1998,  reconoció los derechos de los chicos y creó un organismo especializado para garantizar el abordaje interdisciplinario de las cuestiones que los afectan. Así nació nuestro Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes que se ha transformado en un referente importante a nivel regional.

A partir de su creación, las niñas, niños y adolescentes cuentan con espacios profesionales que trabajan por sus derechos. Tenemos defensorías zonales en todas las Comunas de la Ciudad y una línea telefónica gratuita, la Línea 102, que atiende las 24 horas durante los 365 días del año.

Hoy, 17 de mayo, es el Día Internacional de las Líneas de Ayuda a la Infancia. Y constituye una buena oportunidad para que adultos y niños conozcan la existencia y los alcances de nuestra Línea 102, concebida como un canal de consulta y orientación en temas relacionados con los derechos de los chicos. Recibimos llamados de instituciones y de personas –grandes y chicos– para recibir ayuda o asesoramiento cuando los derechos de los niños no se cumplen. Es atendida por un equipo especializado que sabe qué hacer ante cada consulta.

Es un canal de escucha y también constituye el primer eslabón para detectar casos graves que ameritan una intervención más cercana del Consejo. Seis de cada diez llamados recibidos dan cuenta de situaciones de maltrato infantil. Es importante escuchar a los chicos, tomar nota de lo que dicen y actuar en consecuencia.

* Presidenta del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. GCBA.