Juanjo y Julián no son hermanos, ni siquiera primos, pero comparten apellido y tocan como si lo fuesen. Cuando en 2014 los Hermida sacaron su primer disco llamaron tanto la atención que hasta ganaron un premio Gardel. La segunda placa llegó en los últimos meses de 2016 y tuvo apenas un par de presentaciones, antes de que Juanjo se embarcara en un crucero como músico de abordo y Julián volviera a sus proyectos habituales. En Desgenerados se alejaron un poco del tango y se acercaron más al jazz. O mejor dicho, se acercaron a la improvisación libre desde distintos géneros musicales. También incorporaron una cantidad de instrumentos nuevos y algunos invitados de renombre, como Lito Vitale y Luis Salinas. Mientras se aprontan a presentar nuevos trabajos en solitario (Julián el 3 de marzo en Café Vinilo, Juanjo el 9 de marzo en Bebop), charlaron con PáginaI12 sobre esta vuelta al trabajo conjunto.

– ¿Cómo fue el proceso de armar un nuevo disco, tras la buena recepción de crítica (y premios) del anterior?

Julián: –A mí me inquietaba hacer un disco que no pudiera superar al otro en repercusión (premios y críticas), entonces le dije a Juanjo que teníamos que superarlo ampliamente en lo musical, ya que, si los resultados no eran similares, al menos nos quedaba una clara evolución artística.

Juanjo: –Armamos el nuevo disco con la intención de que fuera diferente al anterior que ya tenía de género el tango en especial. Entonces así como su título lo dice, tanto Julián como yo decidimos hacer un disco saliendo del tango.

– ¿Cómo se llevan con el trabajo a la distancia, con los viajes de Juanjo y los múltiples otros proyectos de Julián?

Julián: –Que Juanjo no esté acá a mí me confirma que esto es algo que claramente estamos haciendo por el placer de tocar juntos, ya que son pocas las veces que podemos planificar a largo plazo.

Juanjo: –Los dos con el plan de la música somos muy precisos y la coordinación la hacemos con mucho tiempo de anticipación para que cuando se acerque el momento ya casi tengamos el material listo.

–Da la sensación, sobre todo en la primera parte del disco, de que hay un componente jazzero mucho más fuerte. ¿Es así? ¿A qué se debe?

Julián: –Juanjo tiene una experiencia muy amplia en diferentes estilos de música que a mi entender fue desaprovechada en el disco anterior al tratarse solo de tango. Para este disco nos propusimos dejar muchos más espacios dedicados a la improvisación, donde pudiera aparecer mucho más la impronta de la experiencia de cada uno. 

Juanjo: –En el jazz la improvisación es la base, pero en el tango también hay improvisación (la llaman “a la parrilla”). En el jazz se improvisa en las melodías y en el tango se improvisa más en los acordes y en la parte rítmica (a eso se le llama variación). Creo que también la formación de guitarra, contrabajo y piano del primer disco daba una sensación de estilo similar al jazz, por la sonoridad, al no haber bandoneón.

– Pero también hay una evolución del sonido de un disco al otro, ¿cómo fue esa búsqueda?

Julián: –Este ya no es un disco de tango, sino de diferentes músicas hecho en Buenos Aires, lo cual puede dar como resultado un trabajo que suena tanguero, pero no es lo mismo. 

Juanjo: –En realidad en este último álbum hay ampliación de instrumentos:  hay batería, saxo, trompeta, trombón, dos violines, viola, cello, algunos temas tienen dos pianos, otros dos guitarras y piano y obviamente el cambio es notorio por los instrumentos en sí. 

– Aquí vuelven a trabajar con Alicia Vignola e incorporan a un grupo grande de invitados. ¿Qué buscaron en cada uno de ellos, qué traen y qué aportan al disco?

Julián: –En el caso de Lito Vitale y Luis Salinas buscamos ser coherentes con el no rótulo musical del disco. Creemos que ambos son músicos no encasillados en ningún género y eso mismo es lo que proponemos en este disco, no tener género musical (por eso se llama Desgenerados) El resto completan un abanico estilístico adecuado a la amplitud de propuestas que incluye este material.

Juanjo: –Cuando vinieron los invitados les propusimos que hacer algo en lo que ellos se sientan cómodos, y así fue. Igual con Alicia por supuesto, es más, este plan de hacer un tema de (Luis Alberto) Spinetta fue antes de que él nos dejara, era parte de salir del genero de tango.

– ¿Cómo fue la selección del repertorio? 

Juanjo: –El tema del repertorio se empezó a programar apenas terminamos la última presentación del primer disco , o sea que trabajamos con anticipación debido que el resto del año no nos vemos y en ese momento dejamos solo libre la parte de los invitados ya que no estaba claro quién sería. El primer tema lo compuso Julián y define el título. Sucesivamente fuimos agregando cosas. Mi tema lo hice prácticamente con el disco. En realidad lo que hicimos fue como sacarnos una foto con la intención de que fuera diferente al anterior, más actual, esa creo que es la diferencia.

Julián: –Dos cosas claras. La primera, que ya sea tocando un tema de Spinetta, una zamba o un tanguito de Troilo, la espontaneidad de la improvisación y una misma estética pueden lograr que personas con diferentes sensibilidades y gustos se sienten a escuchar variados géneros  musicales sin discriminación por ninguno. La segunda propuesta fue más personal. Incluir mas composiciones propias que en el disco anterior para también expresarnos desde ese lugar.

–En las entrevistas suelen decir que tienen un modo “similar de entender la música”. ¿Cómo es eso?

Julián: –Ambos somos músicos “parrilleros” formados primero durante mucho tiempo en la noche y después fuimos a estudiar a tratar de ordenar esa información previamente adquirida. Eso hizo que desde el principio tuviésemos buena química.