Después del Abierto de Estados Unidos de 2014, Ashleigh Barty sorprendió anunciando que abandonaba el tenis profesional para ser "una joven normal" e inició luego una corta carrera en el cricket. Volvió un año y medio más tarde al deporte de sus inicios, donde este sábado tocó el cielo conquistando Roland Garros, al vencer en la final por 6-1 y 6-3 a la checa Marketa Vondrousova.

"Todo ha ido demasiado rápido para mí. He estado viajando mucho desde muy joven. Quiero tener la experiencia de una chica joven normal, vivir experiencias normales", justificó entonces Barty, que tenía 18 años. Pero la vida de chica normal le duró poco y la necesidad de competir en el deporte le llevó a acercarse al cricket.

Andy Richards, entrenador de los Queensland Fire y luego de los Brisbane Heat, había detectado ya sus cualidades para ese deporte y Barty comenzó a ejercitarse en el julio siguiente con el equipo. Compitió con el equipo de Brisbane en esos meses de 2015 en un campeonato local juvenil y luego en la temporada inaugural de la Womens Big Bash League (WBBL) Sub 20.

A principios de 2016, justo después del final de la WBBL, Barty tuvo que decidir cuál era su camino y tras ese año sabático del tenis decidió volver a las raquetas y las bolas amarillas, retomando entonces una carrera que ha terminado siendo exitosa. "Fue una buena decisión volver al tenis. Es algo por lo que opté de una manera natural, fue una buena decisión", señaló.

Pero el cricket sigue siendo una pasión para ella, igual que otros deportes, y en Roland Garros admitió que las próximas semanas serán muy cargadas para ella como aficionada y telespectadora. "Voy a ver el Mundial de fútbol femenino y el Mundial de cricket de hombres. En las próximas semanas hay muchas competiciones deportivas. Estaré pegada a la televisión, como el resto del planeta", explicó.

En su segunda etapa en el tenis, Barty se especializó como doblista, pero en categoría individual empezó pronto a crecer y antes de Roland Garros ya había ganado cuatro torneos. El primer en el circuito WTA fue el de Kuala Lumpur en 2017 y en 2018 fue ya campeona en dos ocasiones, en Nottingham y en el WTA Elite Trophy de Zhuhai, el considerado Masters B femenino.

Este año dio un paso más allá y avisó ya llevándose una de las principales citas, Miami, antes de este primer éxito en un Grand Slam.

En el pasado, como los principales nombres del tenis australiano, Ashleigh Barty se vio interpelada por la gran polémica que generó la legendaria extenista Margaret Court cuando dijo en 2017 que el tenis femenino estaba "lleno de lesbianas".

Barty, que tuvo entre sus compañeras de dobles a Casey Dellacqua, abiertamente homosexual, defendió a su amiga y tomó posición públicamente en contra de Court, de firmes convicciones religiosas. "Respeto y admiro a Margaret por lo que hizo como tenista. Es probablemente una de las mayores campeonas y de las que más hizo por el deporte femenino australiano, no sólo en el tenis. Pero me disgustan sus opiniones sobre este asunto", afirmó entonces Barty. "No está bien. Hay que apoyar no sólo a Casey sino a todos los demás. Ya basta con estos ataques", señaló.

El destino ha querido que Barty se haya convertido en la primera australiana en 46 años en proclamarse campeona de Roland Garros, justo desde que Margaret Court se coronara allí por última vez en 1973.