Escrita por Eugenio Griffero, Príncipe azul es la historia de Juan y Gustavo, dos hombres que vivieron un romance de verano tan fugaz como intenso cuando tenían 16 años. Edgardo Moreira interpreta a Juan. “Es un malandrín, pero querible, porque la vida lo llevó a ese lugar e hizo lo que pudo. Por eso, ir a buscar este amor adolescente es una redención y una forma de recuperar su identidad”, reflexiona el actor, quien compartió escenario en otras ocasiones con la directora y actualmente se luce en Un enemigo del pueblo (Multitabaris). Fito Yanelli encarna a Gustavo, “un juez en lo criminal, con muy buena reputación, que en el alma tiene grabado el secreto de su relación con Juan”, según describe. “Es un hombre que siguió mandatos, temeroso, con una personalidad distinta a la de Juan, que se llevaba el mundo por delante”, completa el actor que reparte su trabajo con otra puesta: Bacacay, un crimen premeditado (El Portón de Sánchez).               

La pieza tuvo su estreno en 1982, cuando abrió el ciclo de ese año en Teatro Abierto, protagonizada por Jorge Rivera López y Villanueva Cosse, y dirigida por Omar Grasso. Con la dictadura en el poder, hablar de diversidad sexual podía ser provocador, pero el contexto actual permite otras lecturas. “En ese momento la obra tenía un contenido más contestatario porque la sociedad no había incorporado la relación homosexual como parte de las posibilidades de vinculación, y se vivía como algo clandestino. En cambio, hoy esto ya está asumido y la obra mantiene su vigencia porque se apoya en un amor entre dos seres humanos que trasciende el género”, sostiene Moreira.