La 59 edición de los premios Grammy, realizada anoche en Los Ángeles, tuvo varios momentos memorables. Adele, además de que se equivocó en una canción y tuvo que volver a empezar, ganó todos los premios que el público esperaba que se llevara Beyoncé, y se terminó armando un Boca-River a favor y en contra de la británica.  Otros hitos de la velada fueron la colaboración entre Metallica y Lady Gaga, el homenaje de Bruno Mars Prince, los premios a David Bowie y los besos que le dio Rhianna a su petaca mientras disfrutaba del show.

Sin embargo, entre tanto show, brillos y emociones, no faltaron las críticas al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump,que llegaron de todas las formas. En vez de limitarse a decir algo al recibir su premio, varios artistas aprovecharon sus actuaciones para hacer su reclamo de un modo artístico. Por ejemplo, el anfitrión James Corden abrió la velada con un extenso rap sobre el poder de la música, y entre otros versos picantes cantó: "Vivan todo, porque esto es lo mejor, y con el presidente Trump, no sabemos lo que viene".

Katy Perry actuó con un brazalete que decía "PERSIST" (resiste), palabra que ya hace un tiempo se volvió símbolo anti Trump, y cantó Chained to the Rhythm ("Rompan los muros para conectar e inspirar/ el tiempo se acaba para el imperio", dice la letra) en un decorado con un muro blanco que se iba incendiado y destruyendo. El nieto de Bob Marley, Skip Marley, la acompañó en el escenario y cuando terminó la actuación, sobre los restos del muro destruido, se proyectó la emblemática frase de la Constitución de Estados Unidos, "We the people" (“nosotros la gente”).

Otros que plantaron postura durante la velada fueron Busta Rhymes junto al legendario y recientemente reunido grupo A Tribe Called Quest. “Quiero dar las gracias al Presidente Naranja por perpetuar todo el mal en los Estados Unidos. Quiero dar las gracias al Presidente Agente Naranja por su infructuoso intento de prohibir a los musulmanes ¡Ahora estamos unidos!”, dijo el  productor y hiphopero, en alusión al herbicida que fue parte de la guerra química en Vietnam, que comparte color con el tono de piel de Trump. Cuando comenzó a sonar We The People, una canción del año pasado de la banda, mujeres musulmanas con hijabs comenzaron a desfilar por el escenario mientras el resto de los músicos decían, como mantra, “PERSIST”.

Jennifer López aprovechó que fue convocada a entregar un premio y no se quedó callada. “Vivimos un momento donde las voces de los artistas son más necesarias que nunca. No hay tiempo para la desesperanza, no hay lugar para la autocompasión, no hay necesidad para el silencio ni espacio para el miedo", dijo la actriz y cantante. La banda Highly Suspect  posó en la alfombra roja señalando la parte trasera de la campera de uno de sus miembros, Johnny Stevens, donde se podía leer "Impeach". Y los hermanos Jesse & Joy, cuando buscaron su Grammy como Mejor álbum de latin pop, dijeron: “Estamos orgullosos de ser méxico-americanos. Esto es para todos los hispanos de este país y para todas las minorías. Estamos con ustedes".

En escena, y entre el público, parecía haber acuerdo y un repudio unánime ¿Cómo la habrá pasado la cantante Joy Villa, que un rato antes se había paseado por la alfombra roja con un vestido estampado con el lema ‘Make America Greate Again’ que Donald Trump utilizó en su campaña electoral? El modelito, de los colores de la bandera de los Estados Unidos y con el nombre del presidente en letras brillantes en la cola, fue una provocación a la polémica, pero solo logró ser Trending Topic en Twitter por un rato y nada más.