Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Las 12

ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
09 DICIEMBRE 2001








 DESECONOMIAS
 por Julio Nudler

La economía del Discoplus

Los depósitos que la gente tiene atrapados en los bancos se parecen a los premios del Discoplus. Estos consisten en puntos acumulados con las compras, pero que no pueden ser monetizados. Sirven sólo para canjearlos por una gama de productos, exhibidos en un rincón de cada supermercado, cada uno con su correspondiente precio en puntos. Pero aun en caso de que a un cliente ninguno de ellos le despierte interés, no dejará de convertir su puntaje en objetos con tal de no perderlo.
Del mismo modo, quien posee pesos o dólares en un banco se siente empujado a trocarlos por algún bien tangible: electrodomésticos, un auto, una casa, pensando que si retira los 250 permitidos por semana se arriesga a haber recuperado una pequeña proporción de su capital para cuando todo el sistema se hunda, si es que esto ocurre. En la otra punta, el vendedor de esos mismos bienes obviamente no pretende hacer la operación inversa: cambiar productos por puntos en una Discoplus. Si es una agencia de coches, los vende a cambio de recibir un crédito en su cuenta, que le servirá para cubrir, mediante transferencias intrabancarias o cheques, los costos de su negocio, que así podrá seguir funcionando. El agenciero deberá sí resignarse a que su ganancia quede prisionera del banco.
Tratándose de departamentos usados, los dueños están vendiendo para cancelar deudas directas (una hipoteca sobre el mismo inmueble) o cruzadas, sobre todo si fueron tomadas en dólares. El circuito de esta operación, que incluye el retiro de un depósito y la cancelación de un crédito, comprime el giro bancario. Al banco que devuelve el depósito se le reducen proporcionalmente los requisitos de liquidez, de modo que le reclama al Banco Central el excedente, movimiento que se traduce en un drenaje de reservas. Toda la economía opera en función de un gran objetivo: escapar de la trampa bancaria. Pero la salvación individual conduce a la perdición colectiva, porque se logra a costa de más depresión.