Toronto Raptors se consagró en la noche del jueves como primer campeón no estadounidense en la historia de la NBA al vencer como visitante al ahora destronado titular de la liga de básquetbol más poderosa del mundo, Golden State Warriors, por 114 a 110, en el sexto partido de la serie final que se terminaron adjudicando los canadienses por 4-2, con tres victorias obtenidas en casa de su rival.

De las 33 oportunidades anteriores en que un equipo estaba perdiendo por 3-1 y logró dar vuelta la serie para obtener el anillo, solamente una vez, en 2016, se pudo concretar esa hazaña, y fue justamente Golden State el que lo sufrió para que Cleveland Cavaliers lograra el primer título de su historia.

Y precisamente a los Warriors les tocó ser nuevamente los vehículos para que un equipo ganara su primer anillo como lo fue este jueves Toronto, que tuvo en el ex San Antonio Spurs, Kawhi Leonard, al Jugador Más Valioso (MVP) de la final.

El partido se jugó en el Oracle Arena de la ciudad californiana de Oackland y contó con parciales de 33-32, 27-25, 26-31 y 28-22.

Toronto venció como local solamente el primer partido por 118-109, para luego imponerse como visitante por 123-109, 105-102 y 114-110, mientras que Golden State Warriors logró sus dos triunfos en Canadá por 109-104 y 106-105.

La gran celebración desde Canadá se llevó a cabo por una multitud que se aglutinó en el Jurassic Park, de Toronto, para observar en pantalla gigante la emisión del partido.

Kyle Lowry y Pascal Siakam compartieron el liderazgo goleador de los Raptors anoche con 26 puntos cada uno, pero el goleador del encuentro fue Klay Thompson, de los Warriors, con 30 tantos.

El canadiense Toronto Raptors hizo historia en los Estados Unidos y quebró una hegemonía que rompió fronteras en la competencia basquetbolística más importante del mundo.

Rotura de ligamentos

Las malas noticias se extendieron para los Golden Warrios, que sufrieron en la jornada la baja del escolta Klay Thompson por ruptura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. El tirador se lesionó en el Oracle Arena de Oakland, cuando se disputaba el último cuarto del partido.

El número 11 del equipo que conduce el DT Steve Kerr apoyó mal la pierna izquierda, al caer en un salto que protagonizó con Danny Green, cuando se levantaba hacia el aro para convertir. El diagnóstico emitido en la mañana del viernes confirmó la gravedad de la lesión, que le demandará "entre seis y nueve meses" de recuperación.

Golden State Warriors, campeón de la NBA en las ediciones 2017 y 2018, sintió el impacto de las lesiones durante la final perdida con Toronto Raptors (2-4), a punto tal que el alero Kevin Durant sufrió la rotura del tendón de Aquiles de su pierna derecha, molestia por la que fue intervenido quirúrgicamente en la tarde del miércoles pasado.

Además, el pivote DeMarcus Cousins disputó el tramo final de la competencia sin haberse repuesto completamente de una severa lesión en el cuádriceps, mientras que el ala pivote Kevin Looney también padeció inconvenientes en uno de sus hombros.