Ovo es uno de los espectáculos clásicos del Cirque du Soleil, en la misma línea de otros que pasaron por la Argentina como Saltimbanco, Alegría o Kooza (hay otros, como Séptimo día, estrenado el año pasado como un tributo a Soda Stereo, o Beatles Love, que no llegó a la Argentina, enfocados en una temática en particular; también los hay para adultos como Zumanity, un espectáculo erótico). En este caso, la propuesta abarca el amplio target “para toda la familia”, aunque hay que tener en cuenta que por su duración –dos horas, con un entreacto de veinte minutos– no es recomendable para niños y niñas muy pequeños.

 El show tiene cincuenta artistas en escena, de 14 nacionalidades diferentes. Contando el equipo técnico, llegaron unas 100 personas de 25 países para hacerlo. Ovo se estrenó diez años atrás y giró bajo lona durante seis. En 2016 se adaptó para ser presentado en los estadios y arenas como el de Tecnópolis (en Av. Constituyentes y Gral. Paz), el lugar elegido para su nueva visita a la Argentina. Más allá de las edades, no es apto para todos los bolsillos: las entradas van desde los 1800 hasta los 7500 pesos (en el caso de la exclusiva tapis rouge, que incluye un cocktail de bienvenida), más los costos por servicio al sacar la entrada.