En el Normal 4 y el Liceo 2, de Caballito, no hay clases hasta nuevo aviso, luego de que los reclamos reiterados de docentes y alumnos por la invasión de ratas que padece el edificio --que alberga cursos de educación inicial, primaria y terciaria, y un comedor para las y los estudiantes— terminaron forzando al Gobierno porteño a llevar adelante tareas de desratización. La suspensión de clases por tareas de control de palagas y limpieza se anunció el viernes a media mañana, luego de que chicas y chicos hicieran una sentada ante el edificio.

Ayer por la mañana autoridades, docentes y estudiantes terciarios hicieron una recorrida por el establecimiento para evaluar si estaba en condiciones para retomar las actividades, pero, según contó a este diario un profesor del Normal, “todavía había excremento de ratas, olor a veneno, y los técnicos en desratización admitían ante nosotros que es un proceso que lleva días, que todavía no está lista la escuela para las clases”.

Consultado por Página/12, el ministerio de Educación del Gobierno porteño admitió que aún no se estableció fecha para que vuelvan a comenzar las actividades y aseguró que en el edificio se realizaron “servicios de desratización periódica y correctamente”, y que “en los próximos días se reforzarán los trabajos de limpieza profunda”. En lo que va del año, es la cuarta escuela que debe suspender actividades por la presencia de ratas .

Desde principios de este mes, en los pupitres de los alumnos y en la mesa del espacio de preceptores aparecían todos los días excrementos de ratas. En el patio, hubo avistajes de ejemplares correteando, como quedó registrado en las fotos que alumnas y alumnos compartieron en redes sociales para denunciar que la situación lleva meses.

“Esto empezó hace meses. La escuela está pegada al Parque Rivadavia, por el lado del pasaje en el que iban a abrir una calle. Cuando removieron los escombros de la obra, las ratas empezaron a esparcirse por el barrio. Esa es la explicación que llegó de parte del Gobierno a las autoridades de la escuela”, detalló a este diario un docente del Normal. Aun cuando los reclamos por la presencia de ratas en la escuela se multiplicaban, las autoridades del Gobierno porteño se mostraban reticentes a las tareas de desratización porque “la supervisión insinuaba que todo era porque nosotros no queremos trabajar”, amplió el docente. “Estamos acostumbrados al ataque constante a los docentes por parte de este gobierno, pero ¿esa suspicacia de que no queremos dar clase y por eso reclamamos? ¿Avisamos que hay ratas en un lugar donde cursan chicos de cuatro años en adelante y hay comedor, y sospechan que no queremos dar clases?”, añadió.

El jueves pasado, las autoridades del Normal y el Liceo informaron por correo electrónico y a través de las aulas virtuales que el viernes a última hora comenzaban las tareas de control de plagas. “Al parecer, la idea era aprovechar el fin de semana largo. También nos informaron que las clases se suspendían”, detalló a este diario una alumna del profesorado. Esa comunicación informaba, además, que el martes no habría actividad, porque la limpieza del establecimiento, luego de la desratización, demandaría todo el día. Sin embargo, “el domingo a la noche me entero por el aula virtual que la Dirección General de Normales y Artísticas (DGNA), que coordina esto, ordenó que se levantara la suspensión del martes, porque supuestamente entre las 6 y las 7.30 de la mañana iban a completar las tareas de limpieza”, añadió la estudiante.

El martes por la mañana, autoridades de la DGNA, alumnos y docentes hicieron la recorrida para determinar si la escuela estaba condiciones, pero siguieron encontrando excrementos de ratas y olor a veneno, por lo que las autoridades de la escuela resolvieron no reanudar las actividades.

Ante una consulta de este diario, voceros del ministerio de Educación aseguraron que “en los establecimientos ubicados en Av. RIVADAVIA 4950 se realizaron servicios de desratización periódica y correctamente los días 24/5, 10,14 y 17 de junio”. El viernes 14, “habiéndose efectuado una limpieza profunda por parte de cuadrilla especial para poder garantizar el normal desarrollo de las actividades escolares se procedió a dejar cajas cebadoras las cuales fueron retiradas en el día de la fecha sin detectar actividad de roedores en el edificio de la escuela”, indicaron los voceros de la cartera a cargo de Soledad Acuña.

Los voceros del ministerio también aseguraron que hoy “se realizó un segundo operativo de limpieza de fondo por parte de una cuadrilla de auxiliares previo al inicio de clases. En el entorno de la escuela se llevaron a cabo desratizaciones del espacio público los días 16 y 27 de mayo, 18 de junio. En los próximos días se reforzarán los trabajos de limpieza profunda con cuadrilla de auxiliares, se dejarán nuevas cajas cebaderas, se reforzarán los trabajos de desinsectación y desinfección. Además se seguirá trabajando de manera conjunta entre organismos y ministerios para mantener el control de plagas dentro y fuera del establecimiento.”

Sin embargo, docentes y alumnos aseguraron en diálogo con este diario que esas tareas de desratización sólo se terminaron realizando tras la presión de sus protestas. “La supervisión demoraba que viniera la cuadrilla, y la excusa es la pérdida de clases que podía implicar la desratización, sin ver que hay mucha gente trabajando en la escuela, que hay un comedor y muchos alumnos de todos los niveles. El riesgo es importante. La supervisión desconocía que es un tema sanitario importante”, recordó uno de los docentes del lugar en diálogo con Página/12.

 

“No hay mucho para discutir. La escuela no está en condiciones, y no solo por esto. El estado edilicio es deplorable. Hay cursos en los que los chicos toman clases con ventanas sin vidrios, se caen los techos. El abandono es gigantesco. Los reclamos que hacemos son añosos y esto de las ratas es nuevo, pero el contexto es terrible”, añadió el profesor.