El defensor del pueblo bonaerense, Guido Lorenzino, reclamó ayer una solución equitativa para los usuarios que accedieron a un crédito UVA. Esto se debe al impacto que generó la inflación en el aumento de las cuotas de estos préstamos, los cuales alcanzan a casi la mitad de los salarios. “La política inflacionaria del gobierno puso en jaque las economías familiares, que hoy ven profundamente afectada la capacidad adquisitiva de sus ingresos, realizando sacrificios mes a mes para sostener el sueño de la casa propia”, dijo el referente.

Los análisis de la defensoría del pueblo bonaerense muestran la distorsión registrada en las cuotas de los créditos que se ajustan por los precios. “La cuota que impactaba inicialmente entre un 20 o un 30 por ciento de los salarios hoy alcanza a casi la mitad de los sueldos”, indicó. Desde la institución se envió ayer un pedido al Poder Ejecutivo para que convoque a todos los sectores involucrados para buscar una solución equitativa para los usuarios, que ven peligrar la vivienda por los permanentes aumentos de precios.

Lorenzino recomendó además al Banco Central que evalúe alternativas para modificar el  sistema de créditos con capital indexado a la inflación. “El requisito indispensable es que los individuos tengan asegurado su derecho al acceso a la vivienda”. El Gobierno había prometido cuando asumió que iba a resolver el déficit habitacional y que los créditos para acceder a la casa propia iban a ser una de sus prioridades de gestión. La realidad fue diferente y los que confiaron en los préstamos UVA ahora enfrentan fuertes problemas de repago.

En la defensoría bonaerense ya le habían reclamado al Congreso “el tratamiento de forma urgente de los proyectos de ley referidos a este problema del crédito para la vivienda, con el objetivo de encontrar una solución colectiva para quienes se inclinaron por estos créditos y que ahora ven afectados sus derechos como consumidores”. La principal dificultad de los préstamos tipo UVA es que las cuotas se ajustan por el alza de los precios. Esa lógica en un país con cierta estabilidad macroeconómica puede ser provechoso para la población, pero en la Argentina generó otro frente de inestabilidad.

El último año la inflación alcanzó el nivel más elevado desde 1991 y obligó a ajustar fuertemente las cuotas. “Hay pocas respuestas de las autoridades a estos reclamos, por lo que queda claro que no se está trabajando en la elaboración de alternativas debido a la falta de una discusión orientadora más amplia, que englobe a todos los sectores involucrados”, cerró el defensor del pueblo bonaerense, Guido Lorenzino.