El estreno de la tercera temporada de El marginal no le hizo honor a su nombre, al menos en cuanto rating se refiere. El capítulo debut de la serie carcelaria fue vista por una masiva audiencia que lejos quedó en ser marginal, al punto tal que se convirtió en el programa más visto del martes. Los 13,5 puntos que marcó el regreso de la ficción superó todas las expectativas, relegando al segundo lugar a "tanques" instalados en el prime time como Showmatch, la novela Argentina, tierra de amor y venganza o el ciclo de preguntas y respuestas ¿Quién quiere ser millonario?.

La impresionante audiencia que cosechó la ficción protagonizada por Claudio Rissi, Nicolás Furtado, Gerardo Romano y Martina Gusmán no hace mas que respaldar que cuando se ofrece contenido de calidad y que dialoga con los intereses del público, la audiencia va en su búsqueda. Incluso, sin importar la pantalla de distribución. Que El marginal haya conseguido semejante audiencia en la fría pantalla estatal es la más clara muestra de que los argentinos están dispuestos a sintonizar TV abierta si hay allí productos que los atraigan. Más allá del cabal en el que se emita, de si se trata de un día laborable o de un feriado patrio. Lo que falta, en todo caso, es producir programas que arriesguen en temáticas y abordajes.

Los números de El marginal reflejan que no solo la serie coproducida por Underground y la TV Pública fidelizó a lo largo de sus dos anteriores temporadas un público masivo. También que sumó nuevos televidentes, teniendo en cuenta que el estreno de la segunda temporada había cosechado 9,6 puntos de promedio, 3,9 puntos por debajo de los 13,5 alcanzados en el inicio de la tercera. Un comienzo que invita a pensar que, incluso, el promedio general de esta temporada será superior a los 9,4 de El marginal 2.

Un aspecto imposible de soslayar a la hora de analizar la audiencia de El marginal es que también evidencia que el apoyo estatal a la producción de ficción puede ser virtuosa. De hecho, la serie fue ganadora de concurso de ficción de prime time organizados por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) en 2015, sin el cual hubiera sido posible realizarla. Incluso, aquella primera temporada fue producida en aquél año y estrenada en 2016, ya con Cambiemos manejando los destinos de la TV Pública. Un círculo que se terminó cerrando con la inclusión de la serie de Underground en la plataforma de Netflix, que le incrementó y fidelizó la audiencia.

En la general del martes, El marginal fue el ciclo más visto, superando a los 12,8 puntos de Showmatch, con el que compitió directamente casi media hora. Fue en ese mano a mano en el que justamente la ficción alcanzó su pico máximo: a las 22.45 con 14,6 puntos, contra los 12,2 que hacía en ese momento el ciclo de Marcelo Tinelli.

Por su parte, Argentina tierra de amor y venganza midió 12,2 puntos, quedando en tercer lugar entre los ciclos más vistos, mientras que ¿Quién quiere ser millonario? también se vio afectado y promedió 9,9 puntos.

La tercera temporada de El marginal comenzó situando la historia dos años después del llamado "motín de las palomas" que se pudo ver en la temporada anterior, y un año antes del secuestro de Luna Lunati (Maite Lanata), disparador de la primera. Con la consolidación de su poder dentro del penal de San Onofre, los hermanos Borges buscan "comprar" su libertad a cualquier precio. Y para ello necesitan recaudar mucho dinero, por lo que aceptan la propuesta de proteger a un interno recién llegado (Toto Ferro), uno de esos "nenes bien", hijo de un poderoso empresario, que en una noche de alcohol se convirtió en asesino al volante. El problema es que el poder y los privilegios de los Borges resultan apetitosos para otros: los jóvenes presos de "la sub 21" irán por ellos, tejiendo lazos con un ex boxeador (Alejandro Awada) y con el enigmático y cruel Pantera (Nacho Sureda).