Paraguay y Brasil decidieron dejar sin efecto un acuerdo bilateral secreto firmado hace más de dos meses para la distribución de energía de la hidroeléctrica Itaipú. Establece cantidades mínimas de distribución y valores de compra muy por debajo del precio de mercado. Estas condiciones, claramente desfavorables para Paraguay, llevaron a la oposición a anunciar el pedido de juicio político contra el presidente Mario Abdo Benítez.

La solicitud de dejar sin efecto el acta bilateral procedió del gobierno de Abdo Benítez, impulsado por la crisis política que llevó a la renuncia del canciller y otros 4 funcionarios. El jefe de Estado afirmó que la redacción del acuerdo pudo situar como vulnerable al Paraguay, contradiciendo lo que dijo cuando estalló el escándalo, donde habló de beneficios para el país y de un acuerdo histórico. “El documento se devolverá a las instancias técnicas para la negociación sobre la contratación de energía eléctrica de la Itaipú Binacional", expresó un comunicado oficial este jueves.

Después de 24 horas sin aparecer públicamente, Abdo Benítez dio un mensaje a la nación, en el cual agradeció a quienes lo apoyaron en la crisis, incluido el presidente brasileño, Jair Bolsonaro. Justificó su silencio en los últimos días alegando que no quería hablar sin antes dejar sin efecto el criticado documento. “El domingo he ordenado al entonces canciller Luis Castiglioni, ante la vulnerabilidad que podía tener el Paraguay en la redacción de un acta, que lleve adelante el proceso para su anulación, entendiendo que generó un debate apasionado y estoy seguro que la mayoría lo hizo de buena fe", expresó en un mensaje dirigido a la población desde el Palacio López.

 

#EnVivo Desde el Palacio de López 🇵🇾

Posted by Marito Abdo on Thursday, August 1, 2019

En medio de la crisis política desatada en Paraguay, el gobierno de Brasil salió a respaldar al líder del Partido Colorado. ”Esperamos que la cooperación con el presidente Abdo pueda continuar, lo que permitirá la plena implementación de las iniciativas en marcha y la continuidad de nuevos avances, incluido los acuerdos de mutuo beneficio sobre Itaipú", indica el comunicado emitido por la Cancillería brasileña. El portavoz de Bolsonaro, general retirado Otavio Rego Barros, dijo en ultimas horas del miércoles, que el gobierno de Brasil estaba dispuesto a denunciar (cancelar) el acta reciente sobre la renegociación de la energía de Itaipú, que es la que provocó la crisis en el país vecino.

Tras esta la noticia, el pedido de juicio político contra el presidente perdió fuerza. Sin los disidentes del gubernamental Partido Colorado, la oposición no cuenta con los votos necesarios para destituirlo. "Nos retiramos de la intención de iniciar el juicio político contra el Presidente de la República. Creemos que con el documento que deja sin efecto el acta bilateral, el daño está reparado", anunció en su cuenta de Twitter el diputado oficialista disidente Pedro Alliana.

Desde la agrupación de izquierda Frente Guasú manifestaron que insistirán en la petición de juicio político. “La anulación del acta secreta Abdo-Bolsonaro, no anula la responsabilidad del Presidente de la República que incurrió en mal desempeño de sus funciones, tranzando con el Gobierno de Bolsonaro sobre los intereses de toda la nación”, afirmó Sixto Pereyra, Senador del Frente Guasú.

Las autoridades de ambos países deberán redefinir el cronograma de potencia contratada por la compañía brasileña Eletrobrás y la paraguaya Ande para la distribución de la energía de la hidroeléctrica binacional Itaipú, durante el periodo 2019-2022. Según algunos expertos, el acuerdo hubiese causado un perjuicio superior a 200 millones de dólares para Paraguay.

Esta hidroeléctrica, erigida sobre el caudaloso río limítrofe Paraná, es considerada como la segunda más grande del mundo después de la Tres Gargantas de China. Su construcción requirió la anegación de gran parte del lado paraguayo. Cuenta con una potencia instalada de 14.000 megavatios y abastece a los estados más ricos de Brasil como Sao Paulo, Río de Janeiro, Paraná y Rio Grande do Sul, entre otros. Paraguay usa solo el 7% de la energía producida y vende a Eletrobrás todo el excedente que le corresponde. Su construcción y posterior explotación beneficiaron históricamente a Brasil.

Los paraguayos consideran que Brasil paga un precio irrisorio por la energía que le vende a su socio y vecino. "Reclamamos el pago a precio de mercado", dijo Ricardo Canese, un especialista en la hidroeléctrica y parlamentario del Frente Guasú.