Con una movilización por varios sectores del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, los trabajadores aeronáuticos retomaron esta semana las protestas para denunciar no sólo “el fracaso de la política aérea” del gobierno de Cambiemos sino también la “situación de agonía” en que se encuentran varias empresas del sector, incluida la estatal Aerolíneas Argentinas. La medida no incluyó la cancelación ni retrasos de vuelos y se repetirá dentro de dos semanas en el aeropuerto de Córdoba.

“Todas las empresas están al borde de la quiebra”, cuestionó Marcelo Uhrich, vocero de Unión de Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), en una entrevista con la radio AM 750. A diferencia de las protestas de la últimas dos semanas que fue hecha solo por pilotos, la movilización de hoy que tuvo lugar desde las 9 en el Espigón A de la estación aérea internacional fue convocada por Sindicatos Aeronáuticos Unidos, que aglutina a todos los siete gremios del sector.

El motivo de la actividad fue el mismo de los última semanas: “El fracaso de la política aerocomercial y la revolución de los aviones” pregonada por el gobierno de Mauricio Macri. Y en dos semanas, la modalidad del reclamo se repetirá en el aeropuerto de Córdoba, según anunció el vocero de APA, Edardo Llano.


La protesta no afectó a los pasajeros con demoras ni suspensiones de vuelo. Uhrich aclaró que la única molestia pudo haber sido “el ruido que se pueda hacer una movilización”. 

“Anoche nos enteramos de que Flybondi dejaría la base operativa de Córdoba y esos trabajadores, que ya estaban precarizados, se quedarían sin empleo”, agregó.

Sin embargo, horas más tardes, la compañía desmintió esa versión a través de un comunicado en el que aclaró que “a partir de octubre, la compañía tendrá sus cinco aviones posicionados en su base en el Aeropuerto El Palomar”. “Hasta ese mes y durante el 2018, la empresa tuvo cuatro aviones en Palomar y uno en el aeropuerto de Córdoba”, indicó.

Además, afirmó que ese movimiento operativo “no implicará despidos ni reducción de personal” y aseguró que “una parte del equipo permanecerá allí (en Córdoba) y otra se trasladará a Buenos Aires”.

Durante la protesta de esta mañana, una de las acciones de los aeroportuarios fue “hablar con ellos para contarle cuál es la situación” del sector. Uhrich explicó que la situación de las empresas privadas y de Aerolíneas es “agonizante”. A través de un comunicado, los gremios citaron ejemplos: “Avian está en convocatoria de acreedores, Andes Argentina abona sueldos en cuotas y no efectivizó el aguinaldo, Latam sufre el achicamiento de sectores” y “Austral exhibe el peor déficit y gestión de la historia”.

Además, Lasa tiene a “todos sus trabajadores cesanteados”, mientras que Norwegian, Flybondi y Jet Smart “operan bajo un sistema laboral totalmente precarizado y flexibilizado”.

“Con el Grupo Aerolíneas nos sentamos a cerrar la paritaria del año pasado y nos dijeron que no hay dinero y que la situación es crítica”, añadió por AM 750. Luego, Eduardo Llano sostuvo que la falta de una propuesta salarial y el no pago de salarios “es una provocación” del gobierno nacional “para llevarnos al conflicto, en el marco de las provocaciones con que ataca a los dirigentes” sindicales.

Para Uhrich, “el fenómeno low cost no cierra en el país”. Al respecto dio un ejemplo que rebate el mentado “millón de pasajeros” que el Gobierno dice haber registrado: “Sí, hay un millón de pasajeros, pero los pagó la gente. Un avión con 170 pasajeros tiene un costo operativo de 52 dólares por pasajero la hora volada. Un vuelo a Córdoba tiene un costo de 104 dólares por pasajero. Esos boletos se están vendiendo a 1500 pesos, es decir 34 dólares. Menos de la mitad del costo operativo. Así, ninguno sobrevive”.