El presidente estadounidense Donald Trump señaló a los medios de comunicación como los responsables del aumento de la violencia, tras un fin de semana sangriento en donde dos tiroteos masivos provocaron la muerte de 29 personas y dejaron más de 50 heridos. El comentario del presidente va a contramano de las críticas que lo señalan a él como el principal instigador del odio.

"Los medios tienen una gran responsabilidad con la vida y la seguridad de nuestro país", tuiteó Trump esta mañana y agregó: "Las noticias falsas han contribuido a la ira y la rabia que se han acumulado durante muchos años. ¡Las coberturas de noticias tienen que empezar a ser más justas, equilibradas e imparciales, o estos problemas terribles solo empeorarán!"

Trump propuso el lunes que republicanos y demócratas acuerden un endurecimiento del control de armas de fuego, aunque vinculando esta iniciativa a una reforma migratoria. "Los republicanos y los demócratas deben unirse y obtener verificaciones de antecedentes sólidas, quizás uniendo esta legislación con una reforma migratoria que se necesita desesperadamente", tuiteó el mandatario después de los dos tiroteos masivos de Texas y Ohio.

"Tenemos que sacar algo bueno, si no GRANDE, de estos acontecimientos trágicos", escribió Trump. La cultura de portar armas en Estados Unidos y los esfuerzos por regular este mercado dividen al país, a pesar de la frecuencia con la que se perpetúan tiroteos masivos.

Las masacres del fin de semana en El Paso y Dayton son el 250 y el 251 tiroteo masivo en lo que va de año en el país, según la ONG Gun Violence Archive, que los cataloga de esta forma cuando al menos hay cuatro víctimas, ya sean heridos o muertos.

Trump dijo el domingo, después de los ataques, que "el odio no tiene lugar" en Estados Unidos y señaló a las enfermedades mentales como las responsables de los tiroteos. "Son personas que realmente tienen enfermedades mentales muy, muy grandes", dijo, una afirmación que la policía no confirmó.

Walmart seguirá vendiendo armas

Desde la cadena de supermercados Waltmart, donde ocurrió el primero de los ataques, en El Paso, Texas, aseguraron que no tienen planes de dejar de vender armas y municiones. "Estamos enfocados en apoyar a nuestros asociados, nuestros clientes y toda la comunidad de El Paso", dijo el portavoz Randy Hargrove, tras el tiroteo del sábado, que dejó 20 muertos.

El ataque del sábado ocurrió apenas cuatro días después de que un empleado descontento matara a tiros a dos compañeros de trabajo e hiriera a un oficial de policía en una de las tiendas de la cadena en Mississippi.

Después del tiroteo en El Paso, el director ejecutivo de Walmart, Doug McMillon, publicó un mensaje en Instagram en el que afirmó que "no podía creer" que ocurriera un segundo incidente armado en la misma semana en una de sus tiendas. "Me duele el corazón por la comunidad en El Paso, especialmente los asociados y clientes del local 2201 y las familias de las víctimas", escribió.

El fundador de Walmart, Sam Walton, era un fanático de las armas, tanto que el fabricante estadounidense Remington le puso su nombre a un modelo de rifle de caza. El gigante minorista sostiene que su público son los tiradores y cazadores deportivos. En 1993, Walmart dejó de vender pistolas y en 2015, rifles semiautomáticos. Esto fue después del tiroteo en Parkland, Florida, en febrero de 2018, que dejó a 17 muertos en una escuela secundaria. El supermercado aumentó a 21 la edad mínima para comprar armas y municiones en sus tiendas.