El clima financiero no encuentra calma. Este miércoles volvió a registrarse una jornada frenética en la city. El dólar saltó de 58 a 63 pesos. El riesgo país se ubicó al filo de los 2000 puntos. Las acciones argentinas perdieron hasta 12 por ciento en la bolsa de Nueva York. Los anuncios a primera hora de la mañana presentados por el presidente Mauricio Macri no generaron entusiasmo entre los inversores. Las medidas no calmaron los ánimos del mercado y potenciaron la desconfianza. La corrida cambiaria no tiene pausa y el Banco Central no ofrece alternativas claras para contenerla. Las reservas marcaron una caída de 810 millones de dólares este miércoles. Las pérdidas llegan a casi 2100 millones de dólares en los últimos tres días. En los bancos están con la guardia en alta para retener depósitos a plazos fijos.

Devaluación

La cotización del dólar mayorista dio un salto del 5 por ciento al inicio de las operaciones. Pasó de 56 a 59 por ciento. Esta suba se trasladó inmediatamente al valor del minorista que a partir de las 10 de la mañana empezó a ofrecerse por encima de los 60 pesos y terminó con un precio promedio de 63 pesos durante la tarde.

La expectativa de devaluación se disparó y se compran dólares sin mirar los precios. Los contratos de dólar futuro se negocian a 80 pesos para diciembre. La tasa de interés por encima del 70 por ciento no convence a los inversores de conservar moneda local.

La falta de oferta en el mercado cambiario es uno de los principales problemas. Los privados no quieren desprenderse de divisas a estos precios: creen que la devaluación seguirá. El Banco Central mostró que su capacidad de intervención es limitada.

La autoridad monetaria subastó este miércoles 248 millones de dólares. Se trata del monto máximo por día que le autorizó el Fondo Monetario a ofrecer en la plaza cambiaria. Esta cifra no resulta suficiente para contener las presiones del tipo de cambio.

Especulación

El desorden financiero potencia el incentivo para especular con nuevas rondas de devaluación. Los inversores con apuestas en contratos de futuro aprovechan para sumar volatilidad a la divisa. No necesitan hacer grandes inversiones. El mercado cambiario tiene un volumen reducido por la poca oferta de los privados y un Banco Central con límite diarios en las subastas. El Central necesita recuperar la iniciativa en las intervenciones. Analistas de la city afirman que no tiene sentido rifar reservas pero tampoco resulta sensato dejar que todos los días el tipo de cambio suba 7 u 8 por ciento. El impacto en la economía real es realmente elevado.

El precio de los bonos argentinos resulta sorprendente para los operadores. No encuentran un piso. Hace tres días que acumulan una fuerte pérdida. Este miércoles llegaron a caer hasta 12 por ciento y las bajas en lo que va de agosto se elevan al 44. La caída de los bonos hizo subir fuerte el riesgo país. Este miércoles alcanzó un pico de 1949 puntos. Se trata de un aumento de 175 unidades en el día. En los últimos tres días hábiles la suba asciende a 1086 puntos.

En el mercado existen dos lecturas encontradas sobre el futuro de la deuda. Los inversores conservadores consideran que la probabilidad de impago de la deuda es muy elevada por las dificultades del mercado interno para estabilizar la macro. Las tasas de más del 70 por ciento, la caída de reservas acelerada y el piso de inflación del 50 por ciento serían algunos elementos incompatibles con un acreedor que paga sus deudas.

Los inversores arriesgados apuestan a otra cosa. Consideran que la venta de bonos a partir del lunes se hizo a precios irracionales. No estarían reflejando el verdadero riesgo del impago de los bonos. El número que usan para justificar la compra de títulos es simple pero potente. Los bonos se operan al 50 por ciento de la paridad. La situación económica de la Argentina no justificaría una renegociación con quita tan elevada. El promedio de las reestructuraciones de los últimos años en el mundo fue cercano al 40 por ciento.

Acciones

La pérdida de capitalización bursátil de las empresas es otra de los puntos notables de la crisis financiera. Las acciones que cotizan en la bolsa de Nueva York volvieron a derrumbarse. Las firmas más afectadas fueron las energéticas. Se destacó la baja de 12,7 por ciento de Edenor y del 7,5 por ciento de Central Puerto. La petrolera YPF fue otra de las firmas que cotizó con una importante caída de precios: bajó 8,7 por ciento.

En lo que va de agosto el rojo de las acciones es impactante. Los bancos acumulan algunas de las pérdidas más importantes. Banco Francés anota una merma de 53 por ciento, Banco Macro de 48 por ciento, y Grupo Galicia de 55 por ciento. El balance de las entidades financieras se encuentra comprometido por su alta tenencia de letras de corto plazo Leliq en un momento de fuerte devaluación.

El mercado financiero internacional no colaboró para aliviar las caídas de las acciones locales. Las principales bolsas de los países desarrollados cerraron con pérdidas de casi el 2 por ciento. El indicador de volatilidad financiera de Estados Unidos pegó un salto de 20 por ciento.