Existe a la fecha muy poca investigación educativa disponible para docentes de arte, desde donde se pueda obtener información actualizada que profundice las disciplinas integrantes del Área de Educación Artística y su importancia en la construcción del conocimiento en niños y niñas con discapacidad intelectual.

El arte, las artes, las disciplinas artísticas del currículum educativo, aún están puestas en las escuelas de educación especial como lugares para el pasatiempo, para la distracción y no para aprender a aprender, para construir el conocimiento desde una manera menos convencional, pero realmente efectiva. El Área de Educación Artística para la modalidad especial está desdibujada, es un mosaico desperdigado de disciplinas, un collage de contenidos inconexos y no una construcción activa de significados, son niños y niñas sentados que reciben, luego repiten y pronto se olvidan, porque así está programado en las metodologías obsoletas, que se aplican y se multiplican año tras año, sin resultados aparentes que permitan observar avances escolares significativos.

La publicación nace ante la necesidad de entregar contenidos áulicos, conocimientos, herramientas y nuevas formas de abordaje a cada docente de las disciplinas artísticas para el trabajo en las escuelas especiales, pues tampoco es esta una diada, Arte y Discapacidades, que se desarrolle como temática necesaria en los distintos años de cursado al interior de los IFSD de arte, los docentes egresan con muy buena preparación académica en lo que se refiere a saberes disciplinares, pero desconocen las otras modalidades educativas del sistema, como lo expresa la Ley de Educación Nacional N° 26.206, entre ellas la modalidad especial y en particular las necesidades educativas de niños y niñas con discapacidad intelectual.

La educación artística, con su multiplicidad de disciplinas a disposición de cada escolar, posibilita a niños y niñas integrarse, sumergirse...

Los docentes de arte son preparados en los cuatro años de formación para desempeñarse, sustancialmente, en las escuelas de educación común y para la modalidad común, por lo que se encuentran ante un universo escolar desconocido y sin herramientas para ejercer su trabajo en igualdad de condiciones. Esto también les ocasiona desconocimiento y desventajas comparativas para trabajar cuando en la escuela común tienen escolares con discapacidades, que han sido incluidos.

Si los lenguajes artísticos son abordados desde una perspectiva neuroeducativa, la diada anterior señalada se convierte en una triada, que amplía las posibilidades de apropiación y construcción de los escolares de la escuela de educación especial, pues cada uno de los lenguajes artísticos pasa inexorablemente por las sensaciones placenteras, por las emociones, por la curiosidad, por el juego creativo, por la cooperación y colaboración entre pares, por la motivación y por las ganas de hacer y participar, pilares fundamentales de la neuroeducación. Un entretejido entre cerebros que enseñan y cerebros que aprenden.

La educación artística, con su multiplicidad de disciplinas a disposición de cada escolar, posibilita a niños y niñas integrarse, sumergirse, explorar, experimentar y construir, es el permanente hacer y aprender haciendo, es promover que niños y niñas jueguen, elijan, prueben, comparen, corroboren e investiguen con el sonido a través del movimiento, con el movimiento a partir de la forma, con la forma a partir del ritmo, con el ritmo a partir del color y con colores y sonidos llegar a la armonía, sabiendo que ritmo, forma, armonía, color y movimiento son, además de contenidos conceptuales de determinadas disciplinas, contenidos transversales, pues ninguno de ellos es privativo o exclusividad de los lenguajes artísticos, sino que los hallamos en matemáticas, en lengua, en educación física, en tecnología, en ciencias, donde se fusionan en un sorprendente entretejido de saberes.

Las disciplinas artísticas del currículum educativo, aún están puestas en las escuelas de educación especial como lugares para el pasatiempo.

 

La educación es un derecho inalienable que tenemos los sujetos. La educación especial es el derecho igualitario a estudiar que tienen las personas con discapacidad, como establecen las leyes en vigencia; como derecho, entonces, debemos cumplirlo y hacerlo cumplir, sumar aportando desde nuestros lugares al fortalecimiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje, incorporando a nuestro hacer áulico las nuevas investigaciones en arte, pedagogía, didáctica, discapacidad y educación. Los escolares con discapacidad intelectual también tienen exacto derecho a educarse con metodologías vanguardistas, exploratorias, novedosas, que destierren de las escuelas el mutilador y doblemente discapacitante "no puede", "no logra", "no simboliza".

Las disciplinas artísticas, al no tener una resolución única, al poder ser abordadas desde muchos lugares del conocimiento, hace que los escolares exterioricen las capacidades y las discapacidades se desdibujen.

 

Mañana a las 18.30 presenta su libro El Área de Educación Artística y la discapacidad intelectual. De la teoría de las inteligencias múltiples a la Neuroeducación, en Homo Sapiens, Sarmiento 829.