Rebeca Olivera es la referente del Frente de Géneros del movimiento La Poderosa en el barrio Solidaridad de la ciudad de Salta. “Soli” como lo denominan muchos de los salteños, es el barrio más grande que tiene la ciudad capitalina. Allí en la zona sudeste, una de las más desprotegidas por las políticas públicas, trabaja Rebeca junto a sus compañeras. Este año fue la primera vez que viajó a un Encuentro Nacional de Mujeres

En toda la vorágine que significó el desafío, dialogó con Salta/12. “Es genial escuchar las experiencias de otras mujeres”, contó entusiasmada. A sus 27 años, viajó junto a cuatro compañeras en representación de Salta. “La expectativa de venir era de veinte mujeres”, “no alcanzó el presupuesto”, expresó.

Pertenece a La Poderosa hace un año, sin embargo, la conoce hace tres. Relató que al feminismo en los barrios lo “vienen trabajando mediante talleres” y que “es real” que las mujeres “no nos juntamos a contarnos los problemas”.

Destacó que la creación de vínculos con las demás facilita los procesos de construcción y contención. “Quizás estamos pasando lo mismo pero escuchándonos entre todas salimos adelante”. Agregó que para ello, vale primero un mate, una charla o “haciendo algo” para empezar. Después, “sentarse y tener la confianza de contar lo que está pasando”.

“Salta siempre fue marcada como la provincia con más femicidios”, enfatizó Rebeca. “La violencia en todo sentido”, añadió. En lo que va del 2019, Salta se encuentra entre las provincias que encabezan las tasas de asesinatos a mujeres. Hasta septiembre, según datos del Observatorio de Violencia contra las Mujeres, hubo ocho femicidios y un travesticio.

En la historia de los encuentros, en 2014, la provincia fue elegida sede del encuentro nacional. Las razones fueron los altos índices de femicidios y los casos de violencia contras las mujeres. En septiembre de ese año, el gobierno provincial declaró la emergencia en violencia de género.

“Hay que lograr que las mujeres hablen” y “se empoderen”, sostuvo Rebeca. “La verdad que es terrible todo lo que nos pasa”, enfatizó. En los barrios, a la violencia de género explícita se le suman las violencias económicas e institucionales, que padecen sobre todo las mujeres y los niños y niñas. 

Formación para sostenerse 

Contempló que la participación en este encuentro sirvió para “cargar pilas y seguir”. El intercambio, con las más de ochocientas mujeres de La Poderosa, “sirvió para conocer otras experiencias”, asintió. “Nos dieron algunos tips para poder seguir y contener”. Con ello, buscan la forma de “meter un poco de presión” para lograr que “la justicia nos escuche”, ante los reiterados casos de violencia que viven en la zona.

“Vamos a exigir que se apliquen las leyes como son”, adelantó. Por eso, analizó que una de las principales tareas en los barrios de Salta es hacer que las mujeres conozcan sus derechos. “Algunas mujeres no lo saben y para eso estamos”, señaló.

Rebeca dijo que es necesaria la formación para sostener la organización. En este punto, consideró que el Encuentro sirvió para este objetivo. La joven es madre de dos hijos que en esta oportunidad no viajaron con ella. Contó que fue “terriblemente doloroso dejarlos” pero que la decisión fue “con expectativas” porque “una va a formarse”.

“Una siendo mamá tiene que aprender a educar a los niños”, manifestó. "Fui para formarme y formar a mis hijos”.

“El año que viene esperamos ser más y que el encuentro siga creciendo”, deséo. Rebeca apreció que “el feminismo en los barrios” implica que “no hay ningún representante” porque “simplemente somos nosotras”.