“Reiteré nuestro fuerte compromiso en ayudar a Argentina y nuestro apoyo a políticas que allanan el camino para una mayor estabilidad y un crecimiento inclusivo y duradero”, expresó ayer la flamante directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. El préstamo seguirá congelado hasta que se conozca el resultado de las elecciones, pero la economista búlgara hizo un lugar en su agenda para recibir al titular del Palacio de Hacienda, Hernán Lacunza, y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris. El encuentro tuvo lugar en el marco de la Asamblea Anual del FMI en Washington. Resignados a que el demorado desembolso de 5400 millones de dólares no se habilite sino hasta entrado noviembre, Lacunza y Sandleris aprovecharon el viaje para intentar aliviar el malestar que genera el caso argentino en el Directorio del Fondo.

Finalizado el encuentro con las autoridades del prestamista, Lacunza participó por videoconferencia en el Coloquio de IDEA de Mar del Plata y ofreció algunos detalles de la reunión. “Les mostramos todos los números y proyecciones para que apenas se resuelva la coyuntura electoral puede definirse la continuidad del programa”, aseguró el funcionario durante su intervención. El FMI también le mostró sus números a lo largo de la semana al publicar sus proyecciones para la marcha de la economía global. Apenas 16 meses después de otorgar al país el crédito más grande de su historia, el Fondo proyectó que Argentina marcará una contracción del 3,1 por ciento. La séptima mayor recesión del mundo se conjugará con una inflación que, según estimaron los expertos del organismo, alcanzará al 57,3 por ciento la finalizar el año. La deuda, por su parte, escalará al 93 por ciento del producto y será la segunda economía emergente más endeudada.

El ministro Lacunza defendió el plan de austeridad fiscal y ahogo monetario implementado para acceder al financiamiento del FMI. Consideró que el programa sigue vigente y fue exitoso, pero culpó a las elecciones por la actual situación económica: “El programa había empezado a dar sus resultados económicos en reactivación y baja de inflación, pero las PASO interrumpieron esa tendencia. Superado ese paréntesis electoral vamos a volver a ese sendero”, estimó el funcionario.

Quien también ofreció detalles del encuentro fue el responsable del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner. El economista del organismo precisó que durante la reunión se “evaluó la evolución reciente de la economía y la efectividad de las medidas implementadas a fin de agosto y comienzos de septiembre”. Consultado sobre la reestructuración de la deuda, Werner salió a marcar el terreno al señalar que “estamos esperando una propuesta cuando haya un Gobierno electo de sus políticas públicas y monetarias para ver la consistencia, de manera aislada es muy difícil decir si una operación es adecuada o no. Cuando pase el proceso electoral estaríamos en mejor posición para contestar”.

Una respuesta similar ofreció al ser consultado sobre la necesidad del gobierno de endurecer las herramientas de regulación para la compra de moneda extranjera establecidas por el gobierno de Mauricio Macri. “Sobre la pregunta de si se podría esperar un endurecimiento del cepo en la transición, de nuevo, en la medida en que pasemos a etapa de mayor claridad podemos especular diferentes cambios en diferentes instrumentos”, señaló Werner. Interrogado sobre el “fracaso del programa”, el directivo del FMI ensayó una elusiva y confusa respuesta: “Yo creo que el programa continúa. Estamos en este período, a la espera de los resultados electorales para seguir con nuestro trabajo y, en ese sentido, diría que es prematuro hacer una evaluación tan tajante sobre si el programa funcionó o no”.

Como reveló este diario a comienzos del mes pasado, los representantes de Italia, Suecia y Holanda se oponen al envío del siguiente tramo del préstamo por 5400 millones de dólares y proponen esperar para negociar con el próximo gobierno. Y, a pesar de los guiños de las nuevas autoridades al programa acordado con Macri, ni siquiera está prevista la fecha para la revisión formal que deben realizar los técnicos del Fondo.