El presidente Sebastián Piñera presentó esta noche, desde el Palacio de La Moneda, un conjunto de propuestas para una “agenda social de unidad nacional”. Sin embargo, en su discurso, se enfocó inicialmente en la forma y no en el fondo, remarcando su preocupación por el orden público y el regreso a la “normalidad”. Pese a ello, aunque dice hacer “escuchado a la gente”, descartó levantar el Estado de Emergencia y la presencia militar en las calles. informó el sitio biobiochile.cl

De cara a las propuestas, en tanto, reconoció sus falencias: “Es verdad que los problemas se acumulaban desde hace muchas décadas y que los distintos Gobiernos no fueron ni fuimos capaces de reconocer esta situación en toda su magnitud. Reconozco y pido perdón por esta falta de visión”, remarcó.

En esa línea, recordó al escritor y poeta Mario Benedetti, quien dijo “Cuando creíamos tener todas las respuestas, de pronto nos cambiaron todas las preguntas”. Sin embargo, aseguró que “todo problema significa también una oportunidad. Llegó el momento de recuperar el tiempo perdido, acelerar el ritmo y pasar a la acción, y con urgencia, en el campo de las soluciones”.

Los anuncios incluyen una aumento de las pensiones y del aporte estatal al fondo previsional; la creación de un seguro para enfermos que no pueden pagar su tratmiento y una reducción en el precio de los medicamentos; la creación de un ingreso mínomo garantizado; la anulación de los aumentos de tarifas elécticas, la creación de un impuesto a la riqueza, una reducción en el salario de los congresistas, la creación de una Defensoría de Víctimas, una mejora en la distribución de ingresos entre municipios probres y ricos,  y un plan de reconstrucción para la infraestructura dañada por la protesta.

 Antes de los anuncios Piñera había convocado a una reunión de trabajo con los líderes de los distintos partidospolíticos chilenos. Pese a los esfuerzos, buena parte de la oposición chilena rechazó la convocatoria. Por su parte, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, anticipó el anuncio del presidente, al que describió como "una propuesta de agenda social para avanzar en el país". Mientras tanto, la protesta, que no cuenta con un liderazgo definido, recrudece con nuevas movilizaciones y llamados a huelga para los próximos días.

En la reunión, Piñera buscaba trabajar sobre las medidas que se deben tomar para solucionar “los problemas del país”, en el marco del estado de emergencia en el que se encuentra prácticamente todo el territorio nacional. El mandatario, que hace dos días dijo que su país "estaba en guerra", eligió bajar el tono de sus palabras. "Vamos a explorar y ojalá avanzar hacia un acuerdo social", anticipó el lunes, y aprovechó para convocar a una reunión “tanto del gobierno como de la oposición, para poder explorar y ojalá avanzar hacia un acuerdo social”.

Sin embargo, su poder de convocatoria fue bastante escaso. Apenas participaron de la reunión con Piñera los presidentes del Partido Radical, el Partido por la Democracia, y el Partido Demócrata Cristiano. En cambio, la oposición nucleada en el Frente Amplio y el Partido Socialista rechazó la invitación, mientras que el Partido Comunista fue más crítico al considerar que fueron invitados a última hora.

“El Partido Socialista decidió no concurrir. No porque no queramos dialogar. Pero ese diálogo tiene que ser amplio sin excluir a nadie. Y el diálogo al que ha hecho invitación el presidente Piñera excluye a un sector de la oposición”, dijo Manuel Monsalve, jefe de bancada del partido, quien además reiteró su cuestionamiento a la actuación militar de los últimos días. “Lo que está ocurriendo en Chile es gravísimo. El presidente Piñera criticaba al presidente Nicolás Maduro por los mismo hechos que su gobierno está llevando hoy día en Chile en las calles”, expresó.

Por su parte, el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, dijo que si bien en un primer momento habían sido excluidos de la cita, fueron invitados a la reunión sobre la hora. Entrevistado por radio BioBio, Teillier sostuvo: “No se escucha a movimientos sociales y se prefiere hacer esto en La Moneda sin saber si habrá definiciones claras y precisas”. Para el actual diputado, es necesario que el Gobierno informe medidas concretas si realmente busca descomprimir el estallido social.

Sin considerar las ausencias del encuentro, el ministro del Interior Andrés Chadwick, destacó que valora “enormemente esa decisión de poder participar en la búsqueda de soluciones y esa disposición de ver al país con sentido de altura y no partidista”.

Si bien las protestas comenzaron el viernes por el alza de la tarifa del subte (medida que el gobierno finalmente suspendió), han ido derivando en un movimiento mucho mayor, que puso en discusión otras demandas sociales. El germen de las manifestaciones estuvo del lado de los estudiantes, que organizaron la primera "evasión masiva" (salto de molinetes para evitar el pago del boleto) el pasado 7 de octubre. 

Los estudiantes protagonizaron las más masivas movilizaciones de los últimos años en Chile. En 2011, el movimiento estudiantil que exigía una reforma educativa profunda puso al primer gobierno de Sebastián Piñera en una situación compleja. Sin embargo, las protestas que estallaron hace cinco días no cuentan con el liderazgo de ningún sector. A las agrupaciones estudiantiles se sumaron otros sectores sociales, no habituados a manifestarse en las calles.

Por otra parte, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), el sindicato más poderoso de Chile, y otras 18 organizaciones sociales convocaron a huelgas y movilizaciones para el miércoles y jueves. Los sindicatos de trabajadores de la salud pública también anunciaron que realizarán una jornada de protesta. El conflicto parece agudizarse con el correr de los días.